Abelardo Medellín Pérez
Muchas voces, ciudadanas y dentro del servicio público, opinaron que las comparecencias de esta semana en las que secretarios del gobierno de San Luis Potosí rindieron cuentas ante los diputados locales, fueron un ejercicio de simulación, adulación y confrontación sucinta; sin embargo, este ejercicio muy pronto dejó ver sus verdaderas intenciones: era una ante sala de las pretensiones electorales rumbo al 2024.
Nadie lo ocultó. Guadalupe Torres Sánchez, secretario general de gobierno, fue el primero en revelar luego de su comparecencia que, la orden del señor del gobernador, era que los aspirantes a contender en las próximas elecciones debían desfilar en el congreso y dejar patentes las buenas cifras que con ahínco se han empecinado en defender.
¿Qué revelan en lo individual? Pues si el ejercicio, como dijo Torres Sánchez, era un pre requisito para dejar el cargo, las conclusiones pecan de obvias.
Para empezar, está la comparecencia del secretario de Desarrollo Económico, Juan Carlos Valladares Eichelmann; más que obvia, no porqué haya mucha información que explicar, sino porque hay mucho candidato en Eichelmann y si el requisito para contender era ir a recibir aplausos del PVEM y aguantar las criticas de la oposición, era claro que el secretario tenía qué comparecer.
Eichelmann sudaba por los poros el tufo del tapado, pero él no va tapado. Gallardo Cardona no se ha cansado de mencionar al titular de la SEDECO como potencial candidato a la alcaldía de la capital; pero ese olor hiede y atrae la denostación previa a la campaña.
El segundo día de comparecencias fue con dependencias de rutina: seguridad, salud, finanzas. Los temas, sin embargo, no fueron menores. Las cifras no cuadraban en materia de seguridad, la deuda con pensiones no abandonó los cuestionamientos contra finanzas y, por si los datos no fueran suficientes para cuestionar el desempeño deficiente de ciertas áreas, el secretario de Salud, Daniel Acosta Díaz de León, llegó al púlpito legislativo para declarar que su sector tiene severas carencias y déficits que solo la asignación adecuada y generosa de recursos podrían subsanar.
¿Cómo estarán las proyecciones de gasto al interior del gobierno estatal, que el secretario de salud prefirió salir a confesar la escasez ante los diputados antes de aguardar a que se le turnara recurso desde la administración de la que forma parte?
Las declaraciones del secretario Acosta Díaz de León no revelan un deseo electoral de su parte, sino que advierten de una probable estrategia al interior del gobierno, en la que probablemente se vayan a privilegiar programas con impacto electoral, antes que sectores relevantes como lo es la salud pública.
El doctor no fue a presumir las “buenas nuevas” de este gobierno, fue a recordarnos de las “malas usuales” de todas las administraciones cuando tienen elecciones en puerta.
En el tercer día de comparecencias, el último, sobresalió por las implicaciones de sus dichos la participación del secretario de Desarrollo Social y Regional, Juan Ignacio Segura Morquecho.
Para empezar el secretario no fue a informar de acciones trascendentes, fue a defender lo indefendible. Promoción personalizada en los programas sociales, aprovechamiento arbitrario de eventos públicos para la promoción de potenciales candidatos, uso electoral de los programas sociales que se han diseminado en las cuatro regiones del estado; todas estas prácticas que están lejos de ser éticas, fueron defendidas por el secretario bajo el argumento de que se hace lo mejor que se puede y que nada de eso es propiamente ilegal.
Al final de su comparecencia, Seguro Morquecho reporto a la prensa dos hechos a medias: por un lado, afirmó que antes de pensar en dejar su cargo, su principal interés es trabajar para asegurar la ampliación del presupuesto para programas sociales y afianzarlo rumbo al próximo año. Lo que el secretario no dijo, pero está en el subtexto, es que esa ampliación y la necesidad de asegurarlo rumbo al próximo año, es para tener la certeza de que contarán con la moneda política de cambio que son sus despensas, apoyos y becas.
Por otro lado, el titular de SEDESORE dijo que no estaba en sus planes dejar el cargo para buscar ser candidato en la próxima elección; lo cual refleja un conocimiento meticuloso de los tiempos electorales y los momentos en que conviene destaparse. No está en sus planes ahora, pero probablemente lo esté cuando sea legal que salga a solicitar el voto y esto no choque con su cargo (que de todas formas ya usa para promocionarse como político).
Finalmente está el perfil que parece haber sido enviado a recibir nuevas razones para ser separada del cargo: Leticia Vargas Tinajero, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas (Seduvop).
La titular, al igual que otros secretarios, recibió una dura crítica respecto de su falta más grave: la opacidad. Sin embargó, llamó la atención que el ataque más certero contra el fiasco en materia de transparencia que es su gestión vino de una diputada de la bancada Verde.
Cecilia Senllace Ochoa Limón, diputada del PVEM, abrió su intervención con cuestionamientos duros sobre la falta de documentos en el portal de transparencia de la Seduvop y concluyó con una pregunta que ponía en duda la conclusión de las obras emblemas de gobierno.
No hay forma de saber si este fuego amigo vino con dedicatoria desde palacio o algún grupo político que quiera mover a Vargas Tinajero de su encargo, pero funcionó el agravió. Al día siguiente de la comparecencia, el gobernador criticó gravemente a la secretaría y le dejó jurado un jalón de orejas.
Parece que Leticia Vargas fue sitiada por un grupo político al interior del propio gobierno o simplemente está siendo víctima de una venganza personal por no haber concluido el berrinche gubernamental de la Arena Potosí.
Unos saldrán por sus aspiraciones, otros saldrán por intereses de terceros; al final, las comparecencias incumplieron como siempre, pero fueron más allá, no se limitaron a ser la antena de aplausos del ejecutivo ante un congreso a modo, sino que se permitieron servir de ventanilla de trámite para las próximas vacantes de la administración.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.
