Fernanda Durán
Durante la visita en San Luis Potosí del diputado Víctor Hugo Zurita Ortiz, presidente de la Comisión Especial de Atención a Personas con Discapacidad del Estado de Michoacán, activistas y personas con discapacidad auditiva manifestaron que existe un sesgo de información por arrogancia de los intérpretes de lengua de señas mexicana, además de que se requiere más personal en diversos espacios cotidianos.
Brianda, una joven con discapacidad auditiva, señaló que en el estado hay un problema con las y los intérpretes, puesto que no están de acuerdo con el trabajo de algunos de ellos, además de que la mayoría de las personas sordas no están integrados en la única asociación de intérpretes.
“Falta más que haya más intérpretes (…) con los intérpretes hemos presentado problemas de sesgo de información, de arrogancia y no presencia en los espacios donde de verdad los necesitamos”.
Por su parte, Nayeli reprochó que las personas sordas son ignoradas e incluso les piden estudios médicos o sufren discriminación, mientras que hay beneficios para otros grupos o poblaciones con discapacidad, además de que algunos intérpretes les “quitan la voz”, por lo que cuestionó al diputado Zurita Ortiz si hay manera de tener acceso a las oportunidades sin necesidad de un traductor.
“Nosotros los sordos nos encontramos con una barrera constante de desinformación y discriminación, y no podemos encontrar respeto en ningún lado (…) En el mundo, allá afuera, no nos dejan participar ni como instructores, maestros, atender a las infancias sordas y nos hacen a un lado”.
El diputado michoacano y primer legislador sordo de México coincidió en que algunos intérpretes no obedecen a una profesionalización, sino que se enfocan en lo económico sin realizar la función correctamente.
Por ello pidió a las y los legisladores locales que se atienda el tema de los traductores para garantizar la comunicación con la comunidad oyente, mediante el profesionalismo, calidad y vocación.
“Es muy complicado que las personas sordas paguemos ese servicio, es muy difícil porque hay veces que los intérpretes abusan de las personas sordas. Sabemos que la función del intérprete no es meramente voluntaria, también se le tiene que retribuir (…) El intérprete debe hacer el equipo con la comunidad de sordos”.
Brianda planteó que uno de los puntos importantes en este tema es que la comunidad sorda pueda votar para determinar quién realmente es intérprete, no tanto por la certificación sino por su labor en la comunidad y hacer la elección de forma comunitaria.
Zurita Ortiz insistió en que el Congreso de San Luis Potosí puede lograr una legislación entorno a este tema, pues acorde a lo que manifestó Brianda, quienes utilizan la lengua de señas deben decidir qué personas son aptas o no en cuanto a la difusión de la información.
Finalmente, el diputado indicó que se necesita generar una cultura de conciencia desde el Legislativo ante la sociedad sobre las personas sordas, pues hay personas con discapacidad que han terminado la universidad y no tienen espacios dignos de trabajo.
En un ejemplo precisó que en el estado de Michoacán hay una ley que marca que el tres por ciento de la nómina debe estar compuesta por las personas con discapacidad.
“Creo que poco a poco el seguir luchando y el seguir esforzándonos y también seguir trabajando y generando esa empatía ante las empresas puede generar espacios”.