Estela Ambriz Delgado
El investigador del Colegio de San Luis (Colsan,) Francisco Javier Peña de Paz, consideró que lo más importante de la declaración del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en torno al proyecto Monterrey VI es que la decisión de realizar o no este tipo de obras debe ser consensuada.
Además, dijo confiar en que el Gobierno del Estado consultará a las y los potosinos sobre el tema, principalmente a las comunidades indígenas de la zona Huasteca.
El catedrático, quien realiza una investigación en el tema de los trasvases como el Monterrey VI, dijo que de lo expresado por el presidente destaca que esas grandes obras tienen que someterse a consulta y acuerdo entre varios actores, pues anteriormente el gobierno de Nuevo León era tajante con la exigencia de la asignación.
Sin embargo, reconoció que el mandatario federal se queda un poco corto al decir únicamente que lo analicen los gobernadores de los cuatro estados, pues es necesario que se considere a la sociedad en general, en particular a los pueblos indígenas, que son una gran parte de la población de la parte de la Huasteca de donde se piensa llevar el agua.
“Hay que considerar también a la sociedad, a los pueblos, no hay que olvidar que esa parte de la Huasteca es una parte con mucha población indígena, y el Gobierno Federal ha dicho explícitamente, el presidente lo ha dicho, que primero los pobres y que la mayor parte de los pobres están vinculados con los pueblos originarios e indígenas”.
Peña de Paz también calificó como positiva la señal emitida por el Gobierno del Estado sobre que se defenderá el abasto de agua potable de las y los potosinos, y espera que también se escuche a los habitantes de la zona Huasteca, pues es una región que ha estado muy abandonada.
Además, dijo tener la expectativa de que el gobernador Ricardo Gallardo Cardona convoque a la ciudadanía y a los investigadores, pues se han dado manifestaciones de que el mandatario está interesado en conocer la opinión de los académicos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), la Universidad Politécnica, el Instituto Potosino de Investigación Ciencia y Tecnología (IPICYT), y el Colsan.
“Valoro la palabra que el gobernador ha empeñado de que él va a defender el interés de los potosinos, de aún de los más pobres, de las comunidades que requieren ser especialmente cuidadas para que mantengan su agricultura, para que vivan en buen estado de salud, para que se conserve el medio ambiente, y para todo eso es necesario cuidar el agua, y yo confío en que el gobernador nos va a convocar a la academia”.
Por otra parte, el investigador puntualizó que el agua que pretenden llevarse con el trasvase Monterrey VI no sería para abastecer a la población de Nuevo León, sino porque se busca mantener reservado el acuífero de Monterrey, preferentemente para usos industriales.
El antecedente del fallido proyecto Pujal Coy
Finalmente, Francisco Peña indicó que cualquier diálogo que se abra en torno a la zona Huasteca y toque el tema del agua tiene que comenzar por el tema del Pujal Coy, un gran proyecto hidro-agrícola que quedó trunco y dejó deudas desde los años 70.
“Cincuenta años arrastrando una deuda, ahí no se hicieron todas las obras que se prometieron, no se terminaron de habilitar todas las parcelas que se dijeron. Se movilizó gente que vino de otros lados para asentar ahí nuevas poblaciones, hay poblaciones totalmente nuevas, ahí no estaban; se desecaron terrenos y se les ofreció que iba a haber agua permanente para que pudieran regar, ese es un saldo del neoliberalismo”.
De igual forma, señaló que es importante tomar en cuenta que la región no puede ser considerada la misma de la década de los 70, puesto que ahora se tienen afectaciones graves en términos de periodicidad de lluvias, efectos del calentamiento global, entre otras.
