Estela Ambriz Delgado
Personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) enviará a estudio diversas pruebas de agua tomadas en el municipio de Santa María del Río en los pozos aledaños a la gasolinera “El Rebozo”, con el objetivo de determinar posibles afectaciones a los veneros de agua que se encuentran en la zona.
A petición de habitantes de Santa María del Río que se han visto afectados desde hace un año, cuando inició la construcción de esta gasolinera, y al tiempo se secaron los pozos que abastecían en el centro histórico del municipio, personal de la dependencia hizo toma de muestras de agua en los pozos alrededor del predio, mismas que se llevarán este miércoles 7 de febrero a la Ciudad de México para su análisis.
Ma. Remedios Hernández Álvarez, quien estuvo presente en la toma de muestras, informó que la Conagua recabó datos sobre la dirección hacia donde corren los veneros y en donde se corta el afluente, así como el número de pozos, su profundidad, y la cantidad de agua recuperada en cada uno, que en un promedio fue de 20 centímetros, cuando en años anteriores era de dos a tres metros.
Asimismo, señaló que el número de pozos afectados ha aumentado, pues al inicio de la construcción hicieron un censo en donde verificaron 35 pozos, y actualmente aumentó a 50.
“Ahorita, como sacaron esos datos en la circunferencia del predio, entonces visitamos más pozos y nos dicen los mismos dueños: esto fue hace un año que se secó completamente el pozo, no se llena ni un tinaco. Cuando anteriormente en años no se había secado el pozo, así estuviera la sequía, así estuviera de lo peor el clima, el pozo no se secaba”.
Hernández Álvarez explicó que cuando iniciaron los trabajos de construcción, al momento de hacer excavaciones se vieron inundados, por lo que el afluente representó un problema en la obra y los ingenieros encargados decidieron tapar los veneros que abastecen al área, obstruyendo así la corriente de agua que abastecía a los pozos artesanales de los pobladores, que son su única fuente de abastecimiento de agua potable.
Además, en el recorrido con el personal de Conagua, un vecino que cuenta con un pozo localizado a espaldas de la gasolinera, les manifestó que hace un año cuando empezaron a tapar los veneros, el agua regresaba muy revuelta al pozo, cuando normalmente estaba limpia y transparente.