Leticia Vaca
El vocero del Arzobispado, Juan Jesús Priego Rivera, llamó al titular del Ejecutivo, Juan Manuel Carreras López, a que exija que los concesionarios cumplan con las mejoras de las unidades del transporte público antes de que se apruebe un aumento a la tarifa.
“Se habla que la tarifa se va a redondear a 10 pesos; es alto sobre todo para una persona que tiene que tomar más de un camión en un día”, reprochó el sacerdote.
Asimismo, indicó que la propuesta de la Iglesia es que se implementen tarjetas que cubran determinado tiempo en el que se pueda abordar varios camiones.
Reiteró que “10 pesos es muy oneroso para un obrero o para una ama de casa, hay gente que utiliza tres camiones”.
Además, agregó, las malas condiciones de las unidades, los botones de pánico que no funcionan, ni las cámaras de videovigilancia, son los principales factores que se deben tomar en cuenta: “si hubiese un servicio de primera y si todos nos sintiéramos seguros en un camión a nadie le dolería pagar esa cantidad”, añadió.
Priego Rivera insistió en que “sí los transportistas compraran unidades de primera el aumento sería justificado”.
Otro factor, refirió, es la seguridad que se debe brindar al abordar una unidad del transporte público, y cuestionó “quién se subiría a robar si sabe que está siendo grabado y que será identificado; la gente merece todo el respeto del Gobierno y una manera de dar ese respeto es garantizar que se brinden un servicio de calidad”.