Por Victoriano Martínez
No hay autoridad que tenga mala intención y cuando dicen que toman medidas para proteger a la población mejor que aquellas que los antecedieron, se les tiene que creer porque todavía hablan con la legitimidad y ¿credibilidad? que les da la reciente elección en la que resultaron electos.
Establecer retenes en grandes avenidas o las principales calles de la ciudad siempre tiene la intención de evitar accidentes mortales y proteger a los conductores de su propia irresponsabilidad de combinar el volante con el alcohol. Sin duda. Pero siempre tienen la necesidad de aclarar que esos operativos no son recaudatorios.
Y para que la población se dé cuenta de la buena intención, de unos años para acá se ha optado por cambiarle el nombre a esos operativos, en vano intento para que no se les relacione con una medida anti alcohol.
Cuando funcionó en el anterior trienio, se llamó Salvando Vidas. Hoy se llama Conducción Segura.
“Es un operativo de conciencia en el automovilista”, dijo el regidor Edgardo Jasso Puente, presidente de la Comisión de Policía Preventiva, Vialidad y Transporte del Ayuntamiento.
Un operativo preventivo desde la generación de conciencia entre los automovilistas que se refuerza con la instalación de retenes como principal manifestación de su existencia pero, también, como señal de lo poco que se confía en lograr concientizar a los conductores. ¿Será que reconocen que su esfuerzo por crear conciencia es insuficiente?
La parte central del operativo se vuelve el retén, y se llega al punto de siempre: se detectan personas al volante con aliento alcohólico o en pleno estado de ebriedad y, ante la infracción en flagrancia, la multa resulta entre obligada y discrecional, según el margen de tolerancia que decida aplicar la autoridad… incumplimiento del reglamento de tránsito de por medio.
Quizá por eso los operativos anti alcohol, independientemente de la denominación, se anuncian como no recaudatorios, pero a la hora de informar sobre sus resultados, su efectividad se ha presentado con las estadísticas relacionadas con el incremento en las multas aplicadas por conducir con aliento alcohólico o en estado de ebriedad.
No ha habido autoridad en la ciudad que presente estadísticas que relacionen los operativos anti alcohol con una reducción en los accidentes directamente relacionada con su funcionamiento.
El Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (STCONAPRA) generó desde hace varios años dos formatos para la recolección de datos, Reporte de conductores “no aptos” y Reporte de Operativos de Alcoholimetría, que podrían ayudar a documentar esa relación, al menos las autoridades municipales potosinas, no dan a conocer esa información.
Por si fuera poco, las estadísticas de la STCONAPRA en su informe Situación de la Seguridad Vial, México 2019, el más reciente, muestran que en los primeros 18 años de este siglo, el porcentaje de colisiones con presencia de alcohol es del 12 por ciento en promedio, lo que se traduciría en que esos operativos sirven para prevenir uno de cada ocho accidentes potenciales.
Dicho de otra manera, por cada ocho accidentes hay siete que, ni en su momento Salvando Vidas, ni ahora Conducción Segura, contribuyen a prevenir.
Si la medida tiene carácter preventivo por la vía de la concientización de la población para que no se combine el alcohol con el volante, sería de esperar que la mayor información al respecto apareciera en cuanta plataforma de comunicación hacia la sociedad tiene el Ayuntamiento.
No obstante, el sitio Web, las redes sociales y los comunicados de prensa del Ayuntamiento están enfocados en la proyección de imagen del alcalde y su afán por borrar la despreciable imagen de la ciudad con medidas cosméticas de corazón y programas festivos y de apoyo social relacionados con la Navidad.
Hoy, el principal día de festejos navideños es probable que el operativo Conducción Segura evite uno de cada ocho potenciales accidentes viales y habrá resultado exitoso. Los otros siete, leves o graves, simplemente se sumarán a la estadística no atendida por la autoridad porque su prevención no es tan vistosa ni tan recaudatoria.