Congreso del Estado: ¿para quién hace su informe?

Por Victoriano Martínez

La LXIII Legislatura rinde hoy el informe de actividades de su primer año de ejercicio legal y entre que le hace honor casi literal a su lema “legislando juntos” y le rinde pleitesía al ejecutivo estatal, con quien sienten más compromiso que con la ciudadanía.

Cumplen su primer año con los mismos vicios que las Legislaturas anteriores, aunque potenciados por una sumisión al gobernador del Estado incluso desde la primera sesión ordinaria que, a diferencia de las Legislaturas anteriores, se realizó el mismo 15 de septiembre de 2021, día del inicio de su primer periodo ordinario de sesiones.

Una urgencia por mandarle un mensaje a Ricardo Gallardo Cardona en momentos en los que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación aún no daba la resolución definitiva sobre su elección, pero que sus diputados ya habían presentado una iniciativa para cambiar la sede del Poder Legislativo a la Plaza de los Fundadores para la toma de protesta.

Una iniciativa que incumplió el procedimiento legislativo de aparecer en la Gaceta Parlamentaria 48 horas antes de la sesión simplemente porque no podían hacerlo ya que aún no entraban en funciones. Una prisa que los llevó a ocultar la corrección a la pifia que en el dictamen mencionó como gobernador a José Ricardo Gallardo Juárez.

Aquella sumisa inauguración de la actual Legislatura se ha afianzado como la constante de los actuales diputados al grado de que en sus promocionales sobre el informe que hoy presentarán públicamente destacan como acciones relevantes dos de las principales banderas de la campaña de Gallardo Cardona: las placas y licencias gratis y la “creación” de la Guardia Civil Estatal.

Todavía este martes, un día antes de su informe, los diputados ratifican su sumisión al Ejecutivo al manifestarse a favor de retirar la obligatoriedad del uso del cubrebocas, sin mediar evaluación y dictamen de las autoridades de salud, sino simplemente porque Gallardo Cardona vio en su reciente viaje al Líbano que en Asia y en Europa ya no lo usan.

¿Qué otras cosas pudo ver para importar? Lo que haya sido, la certeza es que los diputados ya le dieron la señal de que se lo aprobarían de inmediato.

Y es que en eso de aprobar los que el mandatario estatal disponga, hasta las estadísticas sobre el trámite que se les da a las iniciativas queda constancia.

De las 440 iniciativas que han ingresado al 8 de septiembre de este año, 387 fueron presentadas por los diputados, 14 por el gobernador del estado, 10 por otras autoridades (municipales 6, del Poder Judicial 2, una del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa y otra de la Fiscalía General del Estado), y 29 presentadas exclusivamente por ciudadanos.

La preferencia por resolver favorablemente las iniciativas del gobernador es muy evidente: de las 14 iniciativas le han dictaminado 10 y en todos los casos (el cien por ciento) las declararon procedentes. Las otras cuatro se mantienen pendientes… de ser aprobadas seguramente.

De las 387 iniciativas que llevan firma de los diputados, se han dictaminado como procedentes 118; de las otras autoridades sólo una ha sido declarada procedente y de la ciudadanía también sólo una. La proporción que se muestra en el trabajo de los diputados es que al gobernador le aprueban 7 de cada 10 iniciativas, a ellos mismos 3 de cada 10, a otras autoridades una de cada 10 y a la ciudadanía 0.34 de cada 10.

Ninguna de las iniciativas del Ejecutivo o de otras autoridades ha sido dictaminada con un estatus distinto a “procedente”, es decir, que en los hechos queda desechada.

En el caso de las presentadas por los propios diputados una de cada 20 ha sido retirada por quien la propuso y en la misma proporción no avanzaron por otro tipo de dictamen. De las propuestas ciudadanas, una de cada cuatro quedó en los hechos eliminadas.

El lema de la LXIII Legislatura, “legislando juntos”, se lo toman tan en serio, que prácticamente una de cada cuatro iniciativas presentadas por los diputados la han presentado en grupo. Del total, 294 han sido presentadas de manera individual por un legislador (tres no han presentado iniciativas de manera individual), en tanto que 91 las firman en grupo o con acompañamiento de ciudadanos.

En resumen, los diputados le dan preferencia con mucho al gobernador, después se atienden más a sí mismos y a las otras autoridades, y la iniciativa ciudadana, como ha sido ya tradición, se menosprecia y no se da mayor explicación sobre las razones para dejarla de lado.

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