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Congreso Itinerante: la gira de la negligencia confesa

Por Victoriano Martínez

¿Qué puede justificar que los 27 diputados locales, con todo el aparato legislativo, la movilización de personas y el gasto de recursos públicos que eso implica programen una gira de sesiones plenarias por cinco municipios del Estado?

Tanto los nueve diputados que respaldaron la iniciativa que denominaron “Congreso Itinerante” (página 154) como los siete integrantes de la Comisión de Gobernación del Congreso del Estado no encontraron argumento que vuelva indispensable la medida, salvo presuntas motivaciones democráticas que no son más que demagogia pura.

Los diputados proponentes (Héctor Serrano Cortes, José Roberto García Castillo, María Leticia Vázquez Hernández, Rubén Guajardo Barrera, Ma. Sara Rocha Medina, Juan Carlos Bárcenas Ramírez, Marco Antonio Gama Basarte, Cuauhtli Fernando Badillo Moreno y Carlos Arreola Mallol) mencionaron cuatro.

(1) “No solo promover los principios de transparencia, sino también fomentar la cercanía entre las y los legisladores y la ciudadanía”. Para demostrar sus compromisos con los principios de transparencia están las obligaciones que les impone la Ley de Transparencia y que incumplen en la Plataforma Estatal. Eso no cambiará porque sesiones en los municipios.

¿Qué significa cercanía entre legisladores y ciudadanía? ¿Acaso sesionar en recintos ubicados en distintos municipios equivale a acercarse a la ciudadanía si esas sedes no tienen capacidad para que asistan todos los habitantes de cada municipio o región? ¿O la tienen?

(2) “Una necesidad creciente de hacer más accesible el trabajo legislativo, permitiendo que los habitantes de las diversas regiones del estado puedan conocer, comprender y participar en los procesos legislativos de manera más directa”.

¿Y para que son los distritos? ¿Acaso es una confesión de que los diputados de distrito son incapaces de hacer accesible el trabajo legislativo a sus representados? Peor aún, ¿acaso el Congreso del Estado, con su área de Comunicación Social, se confiesa incapaz de dar a conocer y explicar a la población su trabajo legislativo?

Valdría la pena que explicaran la forma en que se toda la población logrará acceder al trabajo legislativo y, sobre todo, la forma en que participará en el mismo. Para la sesión posterior a la programada para el 28 de abril en Tamazunchale, la última de la gira, es de esperar un informe con datos concretos sobre tal logro.

¿Se imagina un informe en el que diga “tantos miles de ciudadanos de Tamazunchale conocieron y entendieron todas las iniciativas y dictámenes que se resolvieron ahí, además de que contribuyeron para enriquecerlos en tal y tal y tal aspecto por lo que se aprobaron con su aval”?

(3) “Contribuye a una democracia más participativa, donde la gente siente que su voz es escuchada en los temas que se están tratando, y que las decisiones se toman en base a sus necesidades”.

Por fin, ¿“contribuye a una democracia más participativa”, o es una parafernalia para que “la gente sienta que su voz es escuchada”? ¿En serio tiene que sentir que “las decisiones se toman en base a sus necesidades” aunque no necesariamente sea así?

(4) “Busca no solo hacer más accesible el trabajo legislativo, sino también fomentar la participación, la transparencia y la confianza de la población hacia el Congreso del Estado”. ¿Tanto necesitan repetir el primer punto con otras palabras para aparentar justificación para lo injustificable?

Los integrantes de la Comisión de Gobernación mencionaron otras cinco motivaciones:

(1) “Se facilita que la ciudadanía presencie cómo se toman las decisiones políticas que les beneficia (sic) directamente”. ¿De qué manera se incrementa esa “facilidad” para presenciar las sesiones por encima de la facilidad con la que se puede seguir el desarrollo de estas en la transmisión en tiempo real que se hace de ellas?

Más que presenciar en vivo el sketch que constituyen las sesiones plenarias que siguen un guion preestablecido que sólo ellos saben cómo se determinó, sería más oportuno transmitir en vivo la totalidad de las sesiones de comisión, de comités y de la Junta de Coordinación Política, así como documentar y difundir los cabildeos donde sí se toman esas decisiones.

(2) “Se abren nuevos canales de rendición de cuentas, ya que las y los legisladores estarán más cercanos a las personas que representan”.

Seguramente los 27 diputados llegarán al acceso principal del municipio, recorrerán casa por casa para rendirle cuenta a sus habitantes e invitarlos a que asistan a la sesión para que sean testigos de su ejemplar forma de parlamentar. Y al terminar, se irán a la plaza pública para responder cualquier cuestionamiento que les quieran hacer.

(3) “Se ofrece la oportunidad de que la población pueda involucrarse en los aspectos públicos y de toma de decisiones”. Al recorrido previo a la sesión y el intercambio posterior en la plaza pública con los ciudadanos, los diputados tomarán nota puntual de aquello en los que la población está involucrado y pida que se incorpore en la toma de decisiones.

(4) “Se propone una opción más cercana a las y los potosinos para conocer las propuestas”. Hay que reiterar de otra forma la demagógica oportunidad ofrecida a la población para agregarle puntos de necesidad a una gira inútil.

(5) “Y, en algunos casos, expresar sus inquietudes directamente ante sus representantes”. Por generar expectativas la demagogia no para.

Lograr en el trabajo legislativo sus intenciones de transparencia, cercanía con los representados, accesibilidad para conocer el trabajo legislativo, participación ciudadana, basar sus decisiones en las necesidades de la población, presenciar las sesiones y rendir cuentas, ya cuenta con mecanismos y hasta obligaciones legales para que se logre sin un “congreso itinerante”.

Los 27 diputados seguramente mañana aprobarán su gira de la negligencia confesa, y con ello sólo mostrarán que ignoran o a sabiendas incumplen con todos esos mecanismos. Un incumplimiento que difícilmente justifica su “Congreso Itinerante”… con cargo al erario.