Buenos Aires, Argentina (15 de septiembre de 2015).- El caso de dos hermanastros sin lazos de sangre que fueron detenidos como autores de la muerte del padre de uno de ellos y la madre del otro, con los que convivían y que se sabían desaparecidos desde principios de mes, conmociona a la sociedad argentina.
La detención de Karen Daniela Klein, de 22 años, y su hermanastro, Leandro Yamil Acosta de 25, se produjo este domingo a unos 50 kilómetros de la capital, después de que la policía hallara restos humanos calcinados en la vivienda familiar.
Hoy se supo que los restos hallados son sólo de una mujer y no también de un hombre, como se informó en un principio el domingo. De momento, no se han hallado restos ni evidencias de que Klein pueda haber sido asesinado.
El jefe de la policía de Pilar, donde fueron detenidos los hermanastros, Darío Lute, declaró a los medios locales: “Por comentarios de vecinos, sabemos que había fogatas continuas en el lugar y se logra fundar la sospecha de que algo malo había pasado aquí, en donde se encuentran restos humanos de una persona del sexo femenino, en un cubo de plástico que estaba en la terraza del lugar; cuando la policía hace el allanamiento, lo que llama la atención es que la cama matrimonial estaba deshabitada y el colchón, incinerado en el patio”.
Ricardo Ignacio Klein, de 52 años, padre de Karen Daniela, y Miriam Ester Kowalzuck, de 50 años, madre de Leandro Yamil, se encontraban desaparecidos desde principios de septiembre.
Una semana después de la desaparición de la pareja, los dos jóvenes detenidos, que según la prensa están unidos sentimentalmente, presentaron “una denuncia a la Comisaría de la Mujer y de la Familia, dando cuenta de que había un maltrato a sus hermanos” más pequeños, dos mellizos de once años, hijos del matrimonio.
Según el jefe policial, el objetivo de esta denuncia pudo justificar de alguna manera la ausencia de la pareja, que según fuentes periodísticas, fue descuartizada, y sus cuerpos quemados.
“Esto viene premeditado hace años”, sostuvo Robert Klein, hermano del padre.
“Es un canibalismo, un asco, de mi hermano no se encontró nada. La saña parece que era con mi hermano. Les preguntaría por qué hicieron esto”.
En el lugar se encontraron 8 mil dólares en efectivo, una escopeta y tres hachas que están siendo examinadas.
Fuente: Excélsior.
