Contaminación de Minera San Xavier sigue afectando a SLP

Estela Ambriz Delgado

Uno de los problemas ambientales más destacados en el estado es la devastación que dejó la minería a cielo abierto de Minera San Xavier (MSX) en Cerro de San Pedro, donde además de destruir el cerro, se contaminó el acuífero del valle de San Luis Potosí, así como la flora y fauna del sitio, por lo que la bióloga Dulce Díaz tomó el ejemplo para hablar de las consecuencias de este tipo de minería.

En su más reciente visita a San Luis Potosí, dentro del Segundo Encuentro de Mujeres en la Ciencia y el Arte, la divulgadora indicó que el estado destaca en la actividad minera, pues a nivel nacional tiene el segundo lugar en extracción de cadmio, el tercero en cobre, sexto en zinc, séptimo en plata, octavo en plomo, y el décimo en oro, los cuales para ser separados de las rocas se utilizan sustancias corrosivas como el cianuro, usado en este caso por MSX para obtener oro y plata.

Dulce Díaz explicó que dichas sustancias emiten gases tóxicos a la atmósfera y no son biodegradables, por lo que terminan filtrándose a los mantos acuíferos, que llegan a los ríos, al mar y al océano; el problema más grave de la minería son los metales pesados que, al estarlos minando, invariablemente se van a distribuir y diluir en el medio ambiente y en el agua.

“Van a terminar llegando hacia las plantas y no nada más hasta las plantas, hay animales que se comen esas plantas y debido a eso empieza a haber cambios en la composición de especies, porque sólo quedan algunas plantas que sí resisten esas condiciones y empieza a haber cambios progresivos alrededor”.

Asimismo, la bióloga señaló que estos metales pesados también se llegan a filtrar en los mantos acuíferos, sobre todo en suelos porosos como el de San Luis Potosí, en donde el agua se filtra a través de las cuevas y así llegan hasta los mantos acuíferos; por tanto, esos residuos de la actividad minera terminan por llegar al acuífero.

Además, señaló que otra consecuencia de la minería a cielo abierto es que se quita todo el suelo donde podían haber crecido plantas, habitar animales, lo destruyen totalmente, contaminan, e imposibilitan cualquier uso. A esto se suma la corrupción en el caso, pues no se cumplió con una Manifestación de Impacto Ambiental ni se remedió nada de las 379 hectáreas devastadas.

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