Cosecha de liderazgos panistas

Abelardo Medellín Pérez

Cuando el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) o Morena se jactan de ser las primeras fuerzas políticas de San Luis Potosí, quizá no se equivocan, pero tampoco son plenamente sinceros; una condición que convenientemente pasan por alto es lo mucho que tuvieron que ceder para llegar a considerarse políticamente rentables.

Casos donde el Partido Verde o Morena hayan cedido territorios y puestos del partido a familias o perfiles contrarios a su movimiento, hay muchos, desde las desbandadas priistas de la Huasteca, hasta el cobijo de ex legisladores corruptos de la zona Media, pasando por exmilitantes Guindos que se tuvieron que volver Verdes.

Sin embargo, recientemente se ha presentado a la vista del ojo público un nuevo fenómeno que llama la atención, pues en el fondo revela una realidad que le es incomoda al oficialismo verde: el PVEM y el proyecto de gobernador no tiene suficientes fichas para cubrir todo el estado.

La zona clave es Matehuala; en este municipio, el más densamente poblado del Altiplano, el proyecto del gobernador y del Partido Verde ha tenido problema tras problema en las últimas elecciones.

En 2021, aun con el impulso de Gallardo Cardona a la gubernatura, el Verde perdió el municipio contra el PAN, y para 2024, aun con un candidato avasallantemente empecinado en ganar y con todo y el aparato del estado a su favor, el PVEM volvió a perder contra un panista, con todo y que habían iniciado meses antes una cargada judicial contra el anterior alcalde.

Ni las acusaciones penales ni las carretillas de dinero, ni el esquema clientelar ni la blanda oposición del PAN, fueron suficientes para que el Verde pudiera sacar ventaja en este municipio.

Los factores que pudieron incluir en este resultado son incontables y entre ellos sobresale la razón obvia: los perfiles del Verde y de Morena en el Altiplano carecen de buena reputación o no son competitivos electoralmente.

Tras dos jornadas electivas de fracaso tras fracaso, el Verde y Morena ejecutaron la única estrategia lógica que puede aplicar un partido con tan malos dividendos, y esta es la inmolación de sus perfiles y la sustitución con perfiles verdaderamente competitivos.

Las últimas dos semanas vimos como el ex alcalde de Matehuala, Iván Estrada Guzmán, y el ex alcalde interino, Franco Coronado Guerra, abandonaron sus filias panistas y miraron a Morena y al PVEM, respectivamente.

Quién diría que los proyectos de izquierda en el Altiplano iban a necesitar con tanta vehemencia a liderazgos de derecha para poder funcionar en poblados que, dicen, tienen bajo control.

Ahí es donde el pollo y el ganso tuercen el rabo; probablemente se pueda alegar que la migración de los ex ediles panistas al Verde y Morena son una respuesta de supervivencia de ellos ante un contexto adverso para el partido azul.

Sin embargo, no es secreto para nadie que, en los hechos, tanto Morena como el PVEM fueron quienes invitaron y convocaron a estos perfiles, porque las fichas que tenían ya estaban imposibles de troquelar.

Los Zavala, los Segovia, cualquier perfil emanado del Verde y con los suficientes recursos para funcionar, por más bolsas de dinero que invierten, han demostrado ser poco fructíferos para el movimiento. ¿Qué opción tenía el Verde y Morena?, ¿dónde más iban a tener que buscar, que en el único partido y bolsa de liderazgos que han podido desplazar a los enviados del Gallardismo?

Solo el 27′ dirá qué tan efectivas son estas nuevas adquisiciones para obtener ventaja electoral en Matehuala; de fallar en esta empresa, el Gallardismo habrá encontrado un nuevo bastión inconquistable y tendra que entender que el problema no es solo su partido, sino también a quienes ha siglado.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.

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