Alejandro Rubín de Celis
A destiempo, con un video propagandístico más que informativo, y difundiendo declaraciones de líderes empresariales y personajes de organizaciones ambientalistas proclives a la aprobación inmediata de los programas municipales de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano (PMDTDU) y de Desarrollo Urbano y Centro de Población (PMDUCP), el ayuntamiento de la capital pretende revertir las cada vez mayores expresiones sociales de rechazo a la urbanización de la Sierra de San Miguelito y otras zonas del Valle de San Luis Potosí.
Después de meses de total opacidad sobre todo lo que se relaciona con ambos documentos ─su contenido, los resultados de la consulta pública y de lo que se discute en las mesas de trabajo en comisiones del Cabildo─, El Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) difundió el pasado miércoles un video titulado Beneficios para la Ciudad de los Programas de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano SLP ─ ver aquí el video─ que sólo se refiere a las “bondades” de esos planes pero que en ninguna de sus partes alude o responde a los cuestionamientos que se han hecho sobre zonas específicas que habrían de resultar dañadas y provocar consecuencias irreparables para la población y el medio ambiente. Nada sobre los proyectos inmobiliarios Las Cañadas, Gran Peñón, San José de Buena Vista, la Vía Alterna y los desarrollos habitacionales que los grandes fraccionadores quieren construir cerca de la Zona Industrial, afectando a otros pobladores que ya viven en sus alrededores.
El material difundido no ofrece mayores detalles sobre los programas, la mayoría de los mapas que presenta carecen de alguna explicación que los justifique. En cuatro de las 36 láminas que lo compone remite a consultar los programas pero éstos no están publicados en el sitio de internet del IMPAN ni en el del ayuntamiento. Y ¿quiénes saben que en el portal del IMPLAN hay un video que mínimamente ofrece datos sobre los programas?, ¿en qué espacios se ha difundido que existe y que se puede consultar que no sea en una nota periodística?
En días recientes se han intensificado las expresiones de rechazo a la urbanización de la Sierra de San Miguelito en respuesta a pronunciamientos de líderes empresariales y miembros de organizaciones ambientalistas ─ambientalistas tóxicos, les llaman los grupos defensores de la sierra─ que están a favor de la aprobación de los programas, aduciendo que es impostergable el ordenamiento de la ciudad y que no se pueden resolver los problemas territoriales con posturas extremistas que sólo ven lo ideal pero no lo real.
En respuesta, representantes de nueve colonias del sur de la ciudad que padecen inundaciones debido a las construcciones en la sierra se pronunciaron en contra de esas posiciones al expresar que “Arrancarle cada día un pedazo a la tierra para convertirlo en mansiones y no en casas, en corredores y miradores cercados y no en espacios abiertos y libres para uso común, en edificios ostentosos y no en sitios que cumplan un fin social, en piscinas, en campos de golf… Es la dinámica que sigue nuestra sociedad actual. Y así no hay territorio que alcance”.
El director de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, José Miramontes Zapata, manifestó así su rechazo: “La premisa indiscutible que basa nuestra defensa de la sierra, más allá de lo legal, radica en nuestro concepto de vida, evolución y conservación de la naturaleza como concepto de desarrollo; muy por el contrario la destrucción de la zona de recarga natural y de paisaje, hábitat de especies endógenas amenazadas por los proyectos urbanos y de ‘vías de comunicación’ son lo contrario del progreso. Es la involución autodestructiva de las clases dominantes y su impulso reptiliano avasallador”.
El empresario, Miguel Maya Romero, también fijó su posición en contra de la urbanización de la sierra: “Me preocupa que un asunto tan delicado y tan importante como lo es la Sierra de San Miguelito lo aborden muy pocas personas y asociaciones. Es un tema de la ciudad, un tema de vida, de sustentabilidad. Me indigna que el Municipio lo trate con tanto desparpajo y parcialidad. Me duele la actitud depredadora y mercantilista tan absurda”.
Y mientras se expresan posiciones de un lado y otro, en completo sigilo, sin que nadie más se entere, como parte de la opacidad que ha caracterizado a las autoridades municipales en el tema, se han realizado mesas de trabajo de las comisiones involucradas en la aprobación de los programas de desarrollo territorial y urbano. Grupos en defensa de la sierra advierten que se han enterado extraoficialmente de cuatro reuniones entre la semana anterior y ésta, y que la autorización de los documentos en comisiones podría darse en cualquier momento para, enseguida, subirlos a Cabildo y aprobarlos por fast track.
Resulta oportuno rescatar el recordatorio que hace el conocido abogado, Jorge Chessal Palau, en un mensaje que publicó en su cuenta de Twitter la mañana de ayer y que entre otras cosas tiene que ver con que hay tres amparos en curso en contra de cualquier decisión del Cabildo que modifique el estado actual de la sierra, con que no se cumpliría con el principio jurídico de congruencia entre los tres niveles de gobierno, y con el hecho de que antes de cualquier aprobación de orden municipal tiene que ser declarada el Área Natural Protegida de carácter federal, como se lo advirtió la titular de la Semarnat, María Luisa Albores, al alcalde interino, Alfredo Lujambio.
No se trata sólo de mejorar proyectos de movilidad, de tener más áreas verdes en la zona metropolitana, de contar con sistemas de drenaje sustentable, o de mejorar la infraestructura urbana, se trata de un auténtico ordenamiento territorial y urbano que anteponga el bienestar de los habitantes de la ciudad y su derecho a un ambiente sano y a una vida digna por sobre cualquier otro interés, como el que persigue un grupo de voraces desarrolladores inmobiliarios solo para su beneficio.