Crisis hídrica: entre ver cerca la salida y su recrudecimiento

Por Victoriano Martínez

¿Qué pasó con la atención a la crisis hídrica de la ciudad entre el 15 de diciembre de 2023, cuando se presentó el tercer informe del Plan Emergente y el 11 de enero de 2024 cuando, tras una reunión de la Junta de Gobierno de Interapas, el alcalde Enrique Galindo Ceballos anunció un recrudecimiento en el problema del abastecimiento de agua a la ciudad?

“Es una situación que veíamos venir y que hoy ya nos alcanzó”, dijo en un mensaje transmitido a las 22:54 horas del jueves 11 de enero vía Facebook.

¿Desde cuando la veían venir y por qué hasta el momento en que los alcanza se hace la advertencia pública?

El 15 de diciembre no la veían venir, y era tanto así que el panorama que se planteó fue más bien optimista, y hasta se afirmó que, a 11 meses del plan emergente, la ciudad ya estaba por superar la crisis.

Se habló entonces de 40 pozos renovados y otros 99 en funcionamiento al 100 por ciento, con lo que se había logrado recuperar 332 litros por segundo para inyectar a la red de agua potable.

Todo eran avances muy importantes para atender las 111 colonias más afectadas por la interrupción de la llegada de agua de la presa El Realito.

De esas colonias afectadas, 57 ya habían sido incorporadas a un programa de tandeo y ya podían recibir el líquido a través de la red por algunas horas cada día. Del resto, seis fueron conectadas al pozo Posible I en la zona de El Aguaje y quedaban 48 que eran atendidas con pipas.

Del 16 de febrero al 5 de diciembre del año pasado, habían repartido un millón 207 mil 700 metros cúbicos de agua con lo que, según Galindo Ceballos, no se dejó sin agua a ninguna vivienda de la ciudad.

Nueve pozos se encontraban en proceso de perforación con la más alta tecnología y “junto con la rehabilitación del resto de pozos del municipio, permitirán la recuperación de 591 litros de agua por segundo, con lo que incluso se superará el agua que aportaba la presa El Realito: 460 litros”.

Un panorama que hacía creer posible que aun sin lluvias y con las presas sin agua la crisis en el abastecimiento de agua comenzaría a ceder.

El panorama planteado ese 15 de diciembre dejaba ver que este año comenzaría con la superación de la crisis hídrica. ¿En qué momento de los 27 días que siguieron a aquella exposición tan optimista se comenzó a ver lo que este jueves “los alcanzó”?

Si las lluvias y las presas no formaban parte de las condiciones que apuntaban a la salida de la crisis, valdría la pena conocer la explicación sobre las razones por las que 12 pozos que dejaron de funcionar recrudecen la crisis, luego de que 139 operaban de manera óptima hace un mes.

Las razones de carácter mecánico y eléctrico que provocaron que esos 12 pozos dejaran de funcionar no pudieron darse de manera espontánea y simultánea y lo confirma el alcalde con la expresión en la que dice que “es una situación que veíamos venir y que hoy ya nos alcanzó”.

Lo que pudo haber pasado entre el 15 de diciembre y el 11 de enero no pudo ser inadvertido por las autoridades municipales y del Interapas, de tal manera que no basta con señalar que el recrudecimiento de la crisis se veía venir sin que se dé cuenta de las medidas que se tomaron para tratar de prevenirlo.

Porque si algo le toca vivir a la población es el efecto de esas situaciones que se ven venir, que es el desabasto de agua y la falta de atención a sus quejas, por lo que no resulta extraño que casi a la par del nuevo anuncio de Galindo Ceballos sobre una renovada crisis hídrica se dé una protesta como la de los vecinos de Fovissste y Morales Saucito.

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