Leticia Vaca
Activistas y feministas consideraron que se refleja desconocimiento, carencia de técnica legislativa y un tono “poquito burlón” en la iniciativa del diputado Cándido Ochoa Rojas con la que pretende que sea considerado como acoso y hostigamiento sexual cuando alguien invite por segunda ocasión a salir a otra persona, cuando ya fue rechazado.
“También comete este delito quien, habiendo sido rechazado por el pasivo, insiste en invitarlo a cualquier lado al pasivo”, plantea el legislador.
En opinión de la investigadora y feminista Urenda Queletzú Navarro Sánchez, en la propuesta de Cándido Ochoa “se advierte un desconocimiento, me parece que no se está atendiendo a uno de los elementos fundamentales para la acreditación del acoso o del hostigamiento, que tiene que ver con elemento de chantaje sexual o lo que se denomina en la jerga jurídica como acoso Quid Pro Cuo. Este elemento Quid Pro Cuo implica el reconocer que hay un abuso de autoridad, que hay una actividad que es propiamente ofensiva, que hay abusos deshonestos o que hay chantaje sexual, cosa que tendríamos que analizar caso por caso este tipo de invitaciones porque la segunda invitación por sí misma no puede configurar el elemento señalado”, explicó.
La simple invitación por segunda ocasión, reiteró, donde no se pueda acreditar cualquiera de los elementos señalados, no puede constituir delitos acoso u hostigamiento sexual.
Al consultar a una activista, feminista y acompañante de mujeres víctimas de violencia, señaló que la iniciativa del legislador además de carecer de técnica legislativa, el párrafo que quiere adicionar “no creo que mejore el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia de género (…) él fue penalista, fue procurador, entonces, si penalista me extraña que se inscriba una iniciativa de ley de esa naturaleza, cuando puede haber muchísimas otras cosas más que caben en el acoso y hostigamiento”.
Además, consideró que si de por sí la Fiscalía Especializada en delitos Sexuales Contra las Mujeres y Derechos Humanos es una instancia que atiende alrededor de 60 usuarias todos los días, “ imagínate si ahí va a ir esta nueva, qué elementos de prueba le vamos a poder otorgar al Ministerio Público. Vamos estar gastando recursos para un delito que está construido mal desde la norma”.
Por el contrario, advirtió, se generarían nuevas carpetas de investigación que se vuelven archivo muerto porque los Ministerios Públicos tienen pocos elementos para llevarlas ante un juez.
El Código Penal, dijo, tendría que ser la última alternativa, “si la idea es mejorar del tipo penal de acoso y hostigamiento, yo instaría al legislador primero a preguntarle a la Fiscalía de la Mujer, al Centro de Justicia para Mujeres a todas las instancias encargadas de atender a mujeres víctimas de violencia de género cuáles son las prioridades que están viendo”.
Tono burlón
La activista, indicó incluso que percibe un tono burlón en dicha propuesta: “hasta me parece poquito burlón, ‘como dicen, ya todo es violencia’, pues vamos a ponerlo en el Código, me parece burlón porque en mi experiencia como acompañante de mujeres víctimas de violencia, una cosa que no está en la norma que pasa todo el tiempo es mujeres que están siendo seguidas, que las están espiando afuera de sus casas, que las persiguen en el transporte público y eso no cabe en el tipo penal”, lamentó.
Asimismo, auguró que la reforma que propone Ochoa Rojas podría ser también inconstitucional, por lo que “espero que no pase en la Comisión de Puntos Constitucionales y de Justicia, pero en el Congreso del Estado todo se ve”.
Si la intención del diputado es contribuir a que se prevenga y se castigue la violencia contra las mujeres, sugirió que además de pedir a las instancias públicas encargadas de atender a mujeres víctima de violencia les doten de elementos para conocer cuáles son las principales deficiencias y áreas de oportunidad, también “los legisladores y legisladoras tienen la prioridad para designar fondos, si se le otorgara mayor presupuesto a las instancias públicas encargadas de combatir la violencia contra las mujeres, para mí sería entonces que sí hay voluntad política para erradicar la violencia”, sentenció.
