Ciudad de México (05 de octubre de 2015).- Aunque no lo creas, en el baño pueden refugiarse bacterias e infecciones que pueden poner en riesgo tu salud, pues gran parte de las bacterias que limpias de tu cuerpo, se quedan en la toalla que usaste para secarte.
Esa toalla que utilizas todos los días, está impregnada de esas bacterias, células muertas y otras partículas y gérmenes que ‘habitan’ en tu baño regularmente, aparte de absorber el agua, y cuya humedad puede originar la generación de hongos, e incluso provocar que tenga mal olor.
De acuerdo con el microbiólogo y patólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, las toallas para después de bañarse pueden usarse un máximo de tres veces, antes de tener que lavarla de nuevo; de lo contrario, éstas corren el riesgo de llenarse de bacterias y moho, lo que significa que tu salud se podría ver afectada.
Para evitar cualquier infección te recomendamos colgar la toalla de la manera correcta: debe ser completamente estirada. Si usas dos toallas, no las apiles. Lo mejor es tener suficiente espacio para estirar cada una, de esta forma se secarán al 100%.
Algo muy importante, y que muchas veces nos olvidamos de hacer, es dejar abierta la puerta del baño donde colgamos las toallas. Hazlo, porque de esta forma el aire se verá menos húmedo y éstas se secarán más rápido.
Sin embargo, si la toalla tiene mal olor, debe ser lavada inmediatamente. Para saber cómo lavarlas de la manera correcta, la experta Mary Marlowe Leverette recomienda lavarlas utilizando vinagre en lugar de suavizante, ya que éste elimina los olores y mantiene la capacidad absorbente de las toallas que se afecta por el uso de suavizante.
Leverette recomienda poner primero una lavadora de toallas sin detergente y sólo con un poco de vinagre, y luego volver a lavarlas con detergente normal.
Fuente: El Debate.
