Cuéntame una de abogados: El nuevo techo de cristal; la paridad étnica

Joel Hernández Vazquez

Gracias. A partir de hoy estaré publicando todos los jueves aquí en Astrolabio. Una semana con la columna Cuéntame una de abogados; tocaré temas legales de interés general explicados para no-abogados. La siguiente semana vendrá una Sopita de Rubik; crónicas desde la referencia pop, la reflexión cultural y un ángulo autobiográfico.

Así nos la llevamos campechana y platicadita con diferente tono y tema. Qué aburrido escribir siempre de lo mismo, ¿no?

Me gusta escribir en una cuartilla (perdón si a veces me paso tantito). Sea breve; se sabe. Hecha esta introducción entramos en materia y que Dios reparta suerte.

La semana pasada fue elegida (por sus pares) la Ministra Norma Lucía Piña Hernández para ocupar la presidencia de la Suprema Corte de Justicia. La ruptura de un techo de cristal relativo a la cuestión de género; un avance en la sofisticación político/cultural/estructural de México. Los comentarios de unos y otras fueron unánimes en el saludo positivo y vigoroso de la situación. Avanza la paridad de género constitucional y más mujeres ocupan espacios élite de poder.

Desde el polo masculino advierto señales en el cambio del paradigma de pensamiento. Resultó electa con seis de once votos posibles; cuatro hombres, una mujer y ella por sí misma. Por el candidato perdedor (Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena) se pronunciaron dos mujeres y dos hombres –más el voto en favor propio–.

Ahora, ese fue un techo de cristal; que no el techo de cristal. No se crea que no hay tarea; a este país le falta mucho trabajo antes de cantar victoria en el tema de igualdad y representación. Es como una de esas situaciones en las que mi mamá me veía desocupado y me aplicaba la de ¿cómo que no tienes nada que hacer? Aquí hay mucho quehacer mijito”.

En agosto del 2022 el Inegi emitió el Comunicado de prensa 430/2022 con las estadísticas a propósito del Día Internacional de los Pueblos Indígenas. En México existen 23.2 millones de personas que se identifican como indígenas; es decir, casi un 20% del país. Este veinte por ciento tiene que estar representado. Una paridad étnica.

¿Cuánto tardaremos, si es que está en alguna agenda, para ver un espacio (deja tú la presidencia) de la Suprema Corte ocupado por una persona indígena?

La Corte es esencialmente un tribunal de interpretación constitucional; no deciden quién tiene la razón en el sentido clásico: resuelven lo que una ley o un artículo quiere decir; deciden la constitucionalidad de la aplicación o existencia de una norma. Se procura que en su integración exista pluralidad ideológica (si no qué caso tendría); para arribar –precisamente– a la mejor interpretación de la ley.

Aquí hace falta la cosmovisión de nuestros anteriores en la interpretación de la norma.
Este es otro de los techos de cristal.

En este tema (tengo que decirlo) recientemente las marcas fueron un paso adelante. Con la campaña “Narradores Indígenas” una empresa cervecera se hizo de los servicios de Hermelinda Pavón, Eugenia Bautista, Tobías Hernández, Eleazar García, Pedro Díaz y Adolfo Haas para llevarlos al mundial de futbol en Qatar y narrar los partidos de México en mixteco, zapoteco, chatino, mixe, maya y náhuatl a través de 75 estaciones de radio locales en sus comunidades. Este sorprendente y atípico movimiento implica un novedoso antecedente de inclusión que habría de extrapolarse a todo aspecto; veinte millones de personas existen, hablan, respiran, trabajan y son esencia de esta tierra que siempre fue suya.

Mamá tenía razón; hay mucho que hacer.

Para todos la luz.
Para todos todo.
No morirá la flor la palabra.
Nace y renace, para dar más flores.

Permanezco a la escucha; estamos al habla.
Enero doce, del dos mil veintitrés.

@aliasrubik
joel@estudiocientotres.com

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es abogado, director de Estudio #103, una firma enfocada a la consultoría y litigio en procesos laborales y migratorios. Le ha dedicado 18 años al ejercicio de su profesión en el ámbito privado. En su trabajo destaca la promoción de litigios constitucionales en contra de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí debido a la prohibición de cursar una segunda licenciatura; así como el cobro de cuotas de inscripción. Representó a un grupo de internas en la conducción de la primera demanda laboral relativa a un esquema de esclavitud análoga en contra de una empresa maquiladora dentro del penal de San Luis Potosí.

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