¿Te has preguntado alguna vez cómo era antes el papel higiénico? ¿O quién fue la primera persona a la que se le ocurrió venderlo? No dejes de leer el siguiente artículo donde descubrirás nueve curiosidades sobre este indispensable objeto.
1.- Antiguamente se empleaban todo tipo de materiales para realizar la función del papel higiénico, como lechuga, trapos, césped, algas, conchas, hojas de maíz, pieles… Por ejemplo, los griegos eran los más rudos, pues utilizaban piedras o arcilla, mientras que los romanos ya eran un poco más sofisticados y montaron un utensilio consistente en esponjas empapadas con agua salada atadas a un palo.
2.- Los chinos fueron los creadores del papel higiénico en el siglo II A.C, pero prácticamente sólo era usado por los emperadores y su corte.
3.- Era algo habitual que la clase social también se distinguiera por el tipo de papel higiénico, hasta el punto de que la realeza francesa empleaba papel de seda y con encajes.
4.- Ya en el siglo XVIII, la mayoría de los campesinos tenían que recurrir a libros, revistas y periódicos para poder asearse correctamente.
5.- Joseph C. Gayetty fue el primero que se dedicó a vender papel higiénico en el año 1857. Conocido como el “papel medicinal de Gayetty”, consistía en unas láminas de papel humedecido con aloe que vendía a un precio sumamente elevado.
6.- No fue sino hasta 1880 cuando los hermanos Edward y Clarence Scott empezaron a comercializar el papel enrollado que usamos actualmente; pero tuvieron que lidiar con la moral de la sociedad, pues se pensaba que era algo indecente e indecoroso que el papel higiénico estuviese a la vista.
7.- Por la publicidad de la época, en la que se destaca que venden papel “libre de astillas”, nos podemos hacer una idea de cómo era el papel higiénico de aquel entonces.
8.- El papel higiénico ha llegado a ser utilizado en conflictos armados. Durante la Operación Tormenta del Desierto de la Guerra del Golfo, los militares estadounidenses decidieron camuflar el verde de sus tanques, que llamaba bastante la atención en las arenas blancas del desierto, envolviéndolos con papel higiénico porque no tenían tiempo para pintarlos. Toda una estrategia militar.