Abelardo Medellín
Tres décadas como servidor público en la Ciudad de México, tres lustros como militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y una reciente, pero profunda historia como colega del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, son las credenciales que ostenta el próximo coordinador de las bancadas del Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Congreso de San Luis Potosí, Héctor Serrano Cortés.
En los años previos a su carrera política al interior del PRD, Serrano Cortés comenzó como subdelegado en la alcaldía de Venustiano Carranza de la Ciudad de México, cargo que ostentó de 1986 a 1988; a partir de entonces y hasta 1997 ocupó cargos como secretario técnico de la Comisión de Trabajo y Previsión Social en la Cámara de Diputados en la LIV Legislatura, oficial mayor en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal y oficial mayor en la Cámara de Diputados.
Al inicio del milenio, en el 2001, Serrano Cortés obtuvo el cargo de jefe delegacional en la Venustiano Carranza y durante los siguientes 16 años ocupó media docena de distintos cargos en esa administración, el último de ellos como secretario de Movilidad de la Ciudad de México entre el 2015 y el 2017.
En este último cargo, el ahora diputado local quedó marcado por una estela indeleble de acusaciones de corrupción que, durante su trienio, denunció la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México y actual presidenta electa del país, Claudia Sheinbaum Pardo.
El 9 de octubre de 2019, Sheinbaum Pardo informó públicamente que, durante la gestión de Serrano Cortés como titular de la Secretaría de Movilidad, hubo actos de corrupción por mil 260 millones de pesos que se adjudicaron indebidamente gracias a un esquema en el cual se cobraban a sobre precio dos tipos de trámites que se gravaban obligatoriamente a los taxistas.
De la dependencia chilanga que presuntamente sirvió de caja chica, Serrano Cortés brincó a la Cámara de Diputados donde aprovechó sus antecedentes como operador político y coordinador de Acción Electoral del PRD para convertirse en el coordinador de bancada del partido.
Su debut como diputado federal del partido, que le permitió ser incluso consejero nacional, duró poco y su salida ocurrió en la antesala de la huida que emprendió después la gallardía a nivel local.
Tras un año como diputado perredista, durante la sesión del 21 de febrero de 2019, Serrano Cortés informó que dejaría de formar parte del PRD; anuncio que se consumaría hasta el 28 de agosto de 2020, según lo registró la Cámara de Diputados a través de su Sistema de Información Legislativa (SIL).
A la par que Serrano Cortés dejó el partido del sol azteca, otros ocho diputados dejaron el instituto, entre ellos Lidia Villafuerte Zavala, Luz Estefanía Rosas Martínez, Carlos Torres Piña, Emmanuel Reyes Carmona, Raymundo García Gutiérrez, Mauricio Toledo, Javier Salinas y, quien hasta entonces había sido coordinador de la bancada, Ricardo Gallardo Cardona.
Tanto Gallardo Cardona como Serrano Cortés eventualmente harían público su interés de unirse a las filas de Morena, afiliación que, como es sabido, nunca tuvo éxito, pero no por eso dejaron de apoyar el proyecto, entonces consolidado, de la 4T.
El 13 de septiembre de 2019, meses después de la desbandada perredista y un mes antes de que la jefa de gobierno hiciera los señalamientos de corrupción contra el exsecretario de Movilidad, Serrano Cortés y Gallardo Cardona asistieron a una entrevista a las oficinas del Sol de San Luis en la capital potosina.
Uniformados de chaqueta negra y pantalón de mezclilla, los dos aún legisladores informaron que, como se había especulado desde años atrás, Gallardo Cardona buscaría la gubernatura en 2021, mientras que Héctor Serrano se presentó como el principal promotor del hoy gobernador.
“Ya acreditó que sus proyectos son exitosos, con un trabajo consistente e incansable, y es natural cuando emanas del sector al que perteneces y luchas con sencillez; nosotros tenemos pensamiento de izquierda, como el presidente López Obrador”, dijo Serrano Cortés sobre Gallardo Cardona, en vísperas de convertirse en el coordinador de campaña de la gallardía.
Para finales de 2019, Héctor Serrano Cortés era diputado sin partido, un experredista sin cargo próximo y un extrabajador del gobierno de la capital con señalamientos en su contra, y los que se sumaron también las denuncias por espionaje.
Dichas acusaciones obligaron a Héctor Serrano a guardar un bajo perfil y trabajar de lleno en coordinar la campaña del candidato a la gubernatura y su amigo, Ricardo Gallardo.
En esta “lucha entre liberales y conservadores” (como la llamó el propio Serrano Cortés en una columna) que fue la contienda del 2021 en San Luis Potosí, el coordinador de campaña de Gallardo Cardona buscaba tener un espacio.
Para marzo de 2021, columnistas nacionales ya avizoraban las pretensiones del capitalino de obtener la primera posición en la lista de diputados locales plurinominales del Partido Verde Ecologista de México en San Luis Potosí; lo cual prácticamente lo hubiera convertido en un legislador local.
La pretensión de naturalizarse como potosino a través de una diputación falló justamente por el origen foráneo del oriundo de la Ciudad de México.
Primero, el 21 de marzo de 2021, el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac) negó el registro de Serrano Cortés como diputado de representación proporcional en San Luis Potosí por la obviedad de su residencia fuera del estado; diez días después, el Tribunal Electoral del Estado confirmó la integración de listas de diputados plurinominales de los partidos en los que se dejó fuera al chilango.
Serrano Cortés intentó controvertir la negativa del Ceepac a su registro con una carta de residencia expedida por el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, pero para ese momento aún era diputado federal por la cuarta circunscripción perteneciente a la Ciudad de México.
De manera oficial, Héctor Serrano no podía ocupar su cargo deseado para refugiarse en San Luis Potosí, pero la cercanía del personaje con la gallardía le ayudó a colocar a sus cercanos dentro de territorio potosino mientras esperaba su turno.
En octubre de 2021, el Ayuntamiento de Soledad de Graciano Sánchez, mismo que intentó ayudar al diputado federal a conseguir una carta de residencia, nombró a Alejandro Serrano Cortés, hermano de Héctor, como oficial mayor del municipio.
Los nombramientos de personas cercanas a Serrano Cortés continuarían durante los tres primeros años que arrancó el gobierno de su amigo Ricardo Gallardo Cardona, pero las anisas de colocarlo en un cargo medianamente relevante no se hicieron esperar.
Por ello, en marzo de 2022, Héctor Serrano fue designado por la Coordinadora Nacional del Partido del Trabajo como comisionado político nacional en San Luis Potosí.
A su llegada al partido, Serrano Cortés prometió “unidad, respeto y camaradería”, pero no prometió nada relacionado a la transparencia del partido y eso se vio reflejado en los reportes del PT en la Plataforma Estatal de Transparencia (PET), en la que dejó de publicar, como establece la ley, los datos referentes a los egresos, remuneraciones, contratos, adjudicaciones directas y licitaciones de la organización.
Tras poco más de dos años al frente de la dirigencia del partido bisagra del PVEM a nivel local, Serrano Cortés reaparece en la esfera público con una meta alcanzada: al fin logró colarse a la lista de diputados plurinominales de la próxima legislatura local.
No solo eso, pues su papel según promete, será protagónico al desempeñarse como coordinador de las bancadas del PT y el PVEM simultáneamente, gracias a una figura que, según el propio diputado, recién fue integrada en la reforma a la Ley Orgánica del Poder Legislativo.
De ser capitalino en CDMX, Serrano Cortés se ha convertido en un potosino por naturalización política; el mejor augurio a lo que podría ser su desempeño como diputado, se puede desprender de lo que ha hecho como potosino estos últimos años: operar a favor de Ricardo Gallardo Cardona.
