Ciudad de México (29 de febrero de 2016).- Según un cálculo realizado por Los Angeles Times, si cada cuatro años no tuviéramos un 29 de febrero, hoy sería 15 de julio de 2017.
Esto lo explican al recordarnos que la Tierra tarda exactamente 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos, por lo tanto se debe añadir un día para cuadrar esas horas.
“Las estaciones acabarían descompasadas del calendario, de tal manera que después de unos 700 años, en el hemisferio norte la Navidad caería en mitad del verano. Al revés, en el hemisferio sur”, agregó El País.
El año bisiesto se introdujo en Roma, gracias a Julio César quien implementó el calendario egipcio de 365 días y para ajustarlo, agregó un día después del 24 de febrero que era el sexto antes de las calendas de marzo; este se contaba dos veces, era “bis sextus”, lo que significa: bisiesto.
Sin embargo, el calendario que utilizamos actualmente es el gregoriano, implementado en el siglo XVI por el Papa Gregorio XIII. En ese entonces fue necesario ajustarlo nuevamente: los años divisibles entre 100 no serían bisiestos, excepto si también lo eran por 400. Es decir, 2100 no será bisiesto.
A pesar del nuevo ajuste, ya existía un descuadre de 10 días, pero se decidió que fueran eliminados; de esta manera, del 4 de octubre de 1582, siguió el 15 de octubre de 1582. No todos los países eliminaron esos días al mismo tiempo, por esta razón las muertes de Miguel de Cervantes y William Shakespeare tienen 10 días de diferencia a pesar de estar registradas en la misma fecha, el 23 de abril de 1616.
Cabe señalar que el calendario actual tiene una falla de 26 segundos, así que en 4909 requerirá un ajuste más de otro día.
Fuente: La Razón.