Las Vegas, Nevada (19 de octubre de 2016).- La candidata demócrata Hillary Clinton y su rival republicano Donald Trump se juegan la Presidencia de Estados Unidos en el tercer y último debate presidencial que se celebrará hoy en Las Vegas, Nevada.
Para Trump, con las encuestas en contra, será ahora o nunca. Después de perder los dos últimos debates, necesita ganar como sea si quiere remontar en las encuestas y llegar a la Casa Blanca.
El tercer debate, que iniciará a las 19:00, hora de México, se celebra en un momento de gran tensión entre ambos candidatos, después de que Trump invitara al segundo debate a tres mujeres que acusaron al expresidente Bill Clinton de abusos sexuales.
Los analistas se preguntan qué sorpresa está preparando Trump para Clinton en el tercer encuentro, teniendo en cuenta que hace unos días se declaró “liberado de los grilletes” del Partido Republicano.
A Trump no le gustó que muchos líderes republicanos le retiraran su apoyo, después de que saliera a la luz un video de 2005 en el que alardeaba de poder seducir a cualquier mujer por el simple hecho de ser una estrella.
Además, Trump no deja de echar leña al fuego de la campaña electoral. Lleva varios días diciendo que las elecciones presidenciales están “amañadas” sin presentar ninguna prueba.
Que Trump deje de lloriquear: Obama.
El presidente Barack Obama calificó ayer de “irresponsables” las denuncias de Trump y le aconsejó que “deje de lloriquear” y se concentre en ganar votos con sus propuestas.
Según Obama, las denuncias de fraude electoral de Trump no se basan en hechos y “no muestran el tipo de liderazgo y fortaleza que uno quiere en un Presidente”.
El candidato republicano considera que es víctima de complot de los medios de comunicación y de los Clinton para evitar que él sea Presidente de Estados Unidos.
Clinton, por su parte, deberá mantener la sangre fría y ganar el tercer debate, lo que podría darle un empujón decisivo en su carrera hacia la Casa Blanca.
La candidata demócrata llega más segura al tercer enfrentamiento, después de haber ganado los dos primeros y con las encuestas a su favor.
Clinton saca siete puntos de ventaja a Trump en intención de voto, según la web RealClearPolitics, que hace una media de las encuestas nacionales publicadas hasta ahora.
Pero nada está decidido hasta la noche electoral. Clinton puede tener un tropiezo en la recta final de la campaña y Trump remontar en las encuestas.
Ambos candidatos deberán polemizar en torno a una agenda que incluye temas de inmigración, economía y el nombramiento de un juez en la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos.
Clinton buscará ganar el Congreso.
Mientras la senda de Donald Trump a una victoria electoral parece cada vez más complicada, Hillary Clinton apuesta a conquistar en estados donde los demócratas no han ganado en décadas.
La campaña de Clinton hizo nuevas apuestas para ampliar su ventaja y ayudar a su partido a recuperar el control del Congreso.
Para ello, su equipo gastó tres millones de dólares para realizar mítines o comprar publicidad en Arizona –donde asistirá la primera dama, Michelle Obama–, así como en Misuri, Indiana, Texas y Utah.
Por su lado, la campaña de Trump redobló de forma drástica su compra de anuncios en siete estados.
Las estadísticas la favorecen.
De acuerdo con el diario The New York Times, Clinton tiene 91% de probabilidades de ganar la elección.
En un ejercicio estadístico actualizado de manera regular, el rotativo destacó que Trump cuenta en cambio con 9% de probabilidades de ganar, su menor porcentaje desde el comienzo de su campaña.
El pronóstico es elaborado a través de un modelo que calcula la posibilidad de triunfo de los dos candidatos en cada estado, así como la historia de las votaciones en cada entidad y los resultados de las últimas encuestas nacionales.
En tanto, la tradicional encuesta de la editorial Scholastic entre 150 mil alumnos muestra que 52% votaría por Clinton y 35% por Trump.
Niegan presiones contra Wikileaks.
La diplomacia de Estados Unidos negó ayer las acusaciones de WikiLeaks de que el secretario de Estado, John Kerry, pidió a Ecuador cortar la conexión a internet de Julian Assange, refugiado desde 2012 en la embajada de Quito en Londres.
“Aunque WikiLeaks nos preocupa desde hace mucho tiempo, todo lo que lleve a pensar que el secretario de Estado Kerry o el Departamento de Estado estén implicados en el cierre (de la conexión a internet al fundador) de WikiLeaks es falso”, desmintió el portavoz de la diplomacia estadunidense, John Kirby.
WikiLeaks había acusado el lunes a un actor “estatal” de haber cortado la conexión a internet de su fundador, una interrupción que la organización vinculó con recientes publicaciones sobre la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton.
Luego acusó directamente a Kerry de haber intervenido, citando “múltiples fuentes estadunidenses”.
Según un tuit de WikiLeaks, Kerry habría intervenido para impedir que Assange “hiciera públicos documentos de Clinton durante las negociaciones de paz entre Colombia y las FARC”, sin dar otras precisiones.
El sábado, WikiLeaks publicó tres discursos de Clinton que fueron financiados por el banco Goldman Sachs, revelando vínculos entre el Partido Demócrata y Wall Street.
El gobierno de Ecuador reconoció ayer que restringió temporalmente el acceso a internet en su embajada en Londres.
La cancillería de ese país señaló que WikiLeaks ha publicado una gran cantidad de documentos que tienen un “impacto” sobre la campaña electoral en Estados Unidos. Y aunque atribuyó la responsabilidad de ello a WikiLeaks, indicó que “en ese sentido” decidió restringir el acceso a internet en la legación.
Tim Cook y Bill Gates, en la lista a la presidencia.
El consejero delegado de Apple, Tim Cook, y el cofundador de Microsoft, Bill Gates, estuvieron entre las 40 personas que la campaña de la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, evaluó como candidatos a la vicepresidencia de Estados Unidos, según revelan los correos publicados ayer por WikiLeaks.
La lista de correo electrónico del jefe de campaña de Clinton, John Podesta, incluía en marzo pasado a varios senadores demócratas, entre ellos Elizabeth Warren (Massachusetts) y el propio Tim Kaine (Virginia), quien finalmente fue el elegido para el cargo.
Podesta dividió a los aspirantes por sexo y origen racial, e incluyó también a ejecutivos o altos cargos de las Fuerzas Armadas, como el general John Allen, quien encabeza la lucha contra el Estado Islámico.
Entre los hispanos se encontraban el secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Julián Castro, y el secretario de Trabajo, Tom Pérez.
Fuente: EFE / AP / Excélsior.