Abelardo Medellín
La propuesta de reforma al Poder Judicial en México promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena, se ha convertido en la razón por la que esta semana miles de trabajadores de este órgano a nivel nacional cierren las oficinas y suspendan los términos judiciales.
Ante esta situación, analistas potosinos hablaron con Astrolabio Diario Digital para ofrecer su punto de vista sobre las consecuencias e implicaciones que podría traer consigo esta reforma que cada vez está más cerca de concretarse al interior del Poder Legislativo.
Para el maestro y abogado Jorge Chessal Palau, los cambios propuestos dentro de la reforma no son menores y su consecuencia en general será “banalizar y degradar” el propio Poder Judicial, así como la labor que realizan las personas que lo integran.
Chessal Palau comentó que la elección popular de los jueces que propone esta reforma “no es una buena idea”, pues dentro del dictamen que ya se discute al interior del Legislativo se advierten cambios como el quitar el requisito de edad mínima requerida que, a ojos del especialista, es un requerimiento que asegura que un juez tenga la experiencia, imparcialidad y objetividad que requiere la toma de decisiones.
El abogado explicó que la “democracia directa o de urna” que pretenden implementar para la elección de jueces, no es el único mecanismo democrático para la elección de jueces que existe, pues actualmente ya se implementa un sistema de “democracia indirecta” en la que la ciudadanía vota por sus representantes; los representantes en el legislativo nombran a los integrantes del Poder Judicial, lo cual asegura que los jueces y magistrados no formen parte de la dinámica político electoral de una elección.
“Me parece que de llevarse adelante esta reforma e implementarse de esta manera vamos a tener una degradación de la justicia como nunca lo hubiera podido imaginar nadie en su país”, afirmó Chessal Palau.
El especialista señaló que hay aspectos de la reforma que podrían traer consecuencias negativas para el orden jurídico del país, por ejemplo, la imposibilidad de que se concedan suspensiones en acciones de inconstitucionalidad o en controversias constitucionales con efectos generales, además de aspectos como la creación de un Tribunal Disciplinario que se integraría por personas ajenas al Poder Judicial, cuyas resoluciones serían inatacables.
Chessal Palau añadió que ante los cambios que propone la reforma, la ciudadanía podría revisar la información puntual sobre la iniciativa en los foros que han organizado instituciones como la Barra Mexicana del Colegio de Abogados e incluso buscar información en redes sociales para comprender mejor cómo esta decisión impacta en aspectos no sólo legales, sino también económicos.
“Tenemos un ejemplo muy sencillo, el tema de la diferencia que tiene el valor del peso mexicano frente al dólar es en función al avance que ha tenido la reforma judicial. Está el tema de que se puede bajar el grado de inversión por parte de dos calificadoras, son muestras de lo que puede llegar a afectar, incluso la economía de las familias mexicanas, el que esta reforma siga adelante”.
Una opinión diametralmente opuesta tiene el analista político Eduardo Martínez Benavente, quien afirmó que el cambio primordial que plantea la reforma no sólo es el que se podría dar con jueces y magistrados, sino que esto se podría convertir en una veta para transformar a la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación, a las fiscalías e incluso a las policías.
“Creo que todos hemos sido víctimas de la lentitud, de las relaciones que hay en algunos asuntos en los que uno tiene que intervenir y que ve con desesperación que se resuelve de manera muy arbitraria”, afirmó el analista.
Martínez Benavente comentó que es falso que cualquier persona se vaya a poder proponer para el cargo de juez en el proceso de plantea la iniciativa e incluso aún está por definirse si la iniciativa planteada pasa sin modificaciones, pues al menos en el Senado el bloque oficialista aún necesita entre dos y tres votos para aprobar una reforma constitucional.
El analista potosino refirió que la percepción general de la reforma es que ayudará a dar un “buen jalón de orejas” a los integrantes del Poder Judicial que, según opinó, durante años han ingresado a los puestos que tienen gracias al parentesco que guardan con gente que ya está dentro.
Así como Chessal Palau señaló que los nuevos mecanismos de sanción contra jueces pueden representar un problema a futuro para los trabajadores del judicial, Martínez Benavente opinó que el Tribunal Disciplinario contemplado en la reforma permitirá una actuación más “severa y justa” contra aquellos jueces que abusen de su posición.
Finamente, el analista comentó que la población civil que está en contra de estas reformas es una minoría, además de que la gran mayoría de la sociedad mexicana ha sido decepcionada por la forma en que se imparte justicia en el país.
“Esta reforma, va porque va”, concluyó Martínez Benavente.