Delegada de Interapas no debe sentirse agraviada por haberle dicho “tonta”: JRGC

Eduardo Delgado

En carácter de “presidente municipal de San Luis Potosí”, el diputado federal José Ricardo Gallardo Cardona sostuvo que la delegada del Interapas en Soledad de Graciano Sánchez, Nydia Natalia Castillo Vera, no debe ofenderse porque utilizó las expresiones “tonta” y “tonterías” al referirse a ella en su función como servidora pública, además de que son de “uso común, frecuente y directo” y empleadas “en contexto informal”.

Representado por el despacho “Torsa”, conformado por el ex congresista local J. Guadalupe y su hermana Silvia Torres Sánchez, el legislador compareció por escrito el pasado día 16 ante el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana para responder a la acusación interpuesta en su contra por violencia política en razón de género.

Gallardo Cardona se ostentó como alcalde capitalino ante el organismo y justificó que los términos expresados por él forman parte de “un lenguaje coloquial”, empleado en lo cotidiano y constante, y por ende “de ahí que no deba resultar ofensivo para la promotora de la denuncia, mucho menos para utilizarlos en su favor aduciendo una inexistente violencia política de género”.

En principio, expuso, los actos imputados son “falsos y tendenciosos”, pues negó encabezar el grupo político “Gallardía” y aseveró: “Jamás he planeado, ejecutado por sí mismo o tenido algún tipo de participación, en las supuestas agresiones físicas, insultos y toma de instalaciones del Interapas en Soledad”.

El día 4 de este mes, expuso como antecedente, Natalia Castillo afirmó en entrevista televisiva que el agua repartida de manera gratuita por “actores políticos” está contaminada y advirtió que su consumo podría resultar perjudicial para la salud de quienes la beban.

Días después, él fue cuestionado acerca de ello y también en entrevista televisiva declaró: “Pues que no sea tonta, o sea, con mucho respeto no puede hablar de aguas duras ella cuando la extracción del agua en Soledad toda es de los pozos… es una tontería el hablar de aguas duras”.

Gallardo Cardona adujó que no fue violencia política sino “un intercambio de críticas acerca del servicio de agua potable que es responsabilidad de la delegada”, acotó.

Además “sostuve que no fuera tonta, enfatizando que la utilización de esa palabra lo era con respeto”, recordó el representante popular del Partido Verde Ecologista de México. “El entorno lingüístico del que depende el valor de esas expresiones, se dio por virtud de la ausencia de sentido, motivo o razón a sus afirmaciones”, abundó.

“En ningún momento tales expresiones fueron dirigidas o achacadas en su persona sino a las afirmaciones vertidas por ésta”, precisó.

La Real Academia Española, señaló, define el vocablo “tonto o tonta” como el dicho de “una persona falta o escasa de entendimiento o razón y como adjetivo coloquial, que carece de sentido o de motivo”.

Argumentó también que los calificativos no los emitió “por su condición de mujer”, sino por su función como representante del Interapas y que nunca tuvo la intención de limitar, anular, o menoscabar el ejercicio de sus derechos político-electorales, “ya que el asunto nada tuvo que ver con ambos aspectos”.

También, arguyó, se manifestó “en uso de la libertad de expresión y ejercicio público, en contra de una autoridad administrativa y de intercambio de ideas (debate) que ella misma propició”.

Refirió que la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostiene que los servidores públicos están expuestos al escrutinio público, en cuyo caso “los límites a la crítica son más amplios y fuertes si ésta se refiere a personas, que por dedicarse a actividades públicas están expuestas a un más riguroso control de sus actividades y manifestaciones”, apuntó.

Esto implica que debe tener mayor tolerancia y por ende no puede asumirse como víctima, por el uso de ambos vocablos si fueron empleadas respecto al desempeño de su función, pues por ser funcionara “debe ser más tolerante frente a la crítica vigorosa, desinhibida y coloquial”.

De acuerdo al artículo 61 de la Constitución, citó, los diputados y senadores “son inviolables por las opiniones que manifiestan en el desempeño de sus cargos y jamás podrán ser reconvenidos por ellas”.

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