Angélica Campillo
Profesores de la Universidad Tecnológica (UT) denunciaron haber sido obligados a regresar a clases presenciales cuando la entidad potosina se encuentra en semáforo amarillo.
Los profesores entrevistados, quiénes prefirieron omitir su nombre por temor a represalias, relataron que de la semana del 19 al 25 de julio se encontraban de vacaciones, y el pasado viernes 23 se les informó, por parte de los directores académicos y de la encargada de Rectoría, Leonor Rivera Pérez, que este lunes 26 se presentarían a clases presenciales en su horario normal, de 7:00 de la mañana a 16:30 de la tarde.
Añadieron que anteriormente solo acudían a clases presenciales los alumnos que tuvieran prácticas de laboratorio, sin embargo, en la actualidad asisten a materias teóricas como inglés y matemáticas.
Luego del aviso, los docentes, desconcertados, comenzaron a cuestionar en grupos de conversaciones de WhatsApp por qué habría actividad presencial si el semáforo en San Luis Potosí se encuentra en amarillo.
Los denunciantes manifestaron que hay filtros sanitarios en la entrada de la institución, los cuales llevan a cabo oficiales de policía externos, y si bien tratan de hacer su mejor labor, no están capacitados para ello, ya que incluso en meses pasados han ingresado jóvenes contagiados de COVID-19 que el área médica de la institución, por órdenes de la encargadas de la Rectoría, ha ocultado.
Explicaron que el día de hoy regresaron a la UT entre 40 y 50 docentes, así como alrededor de 200 alumnos, lo cual calificaron como un número considerable, dadas las circunstancias debido a la contingencia sanitaria, “estamos preocupados porque hay muchos maestros cercanos a la tercera edad o con comorbilidades que siguen laborando”.
Recordaron que desde el 2015 crearon un movimiento sindical independiente que reúne todos los requisitos de la Ley, pero desde que terminó la administración anterior y comenzó el gobierno de Juan Manuel Carreras López, se les ha desconocido por todos los medios, obligándolos a ganarles en todo tipo de tribunales colegiados y salas, puesto que los órganos jurisdiccionales les han dado la razón respecto a que es legal formar un sindicato independiente.
Los afectados refirieron que a raíz de ello, la universidad adhirió a una central sindical que pertenece a un partido político, por la que ninguno de los docentes votó. Por lo que en represalia, a cada profesor nuevo que entra en la institución que no se afilie con ellos, no le dan contrato, lo despiden o le quitan horas.
En ese sentido, especificaron que incluso han despedido a entre 10 y 12 profesores que se desempeñaban como líderes del movimiento sindical independiente.
Finalmente, los docentes mencionaron que desde el 2015 han vivido con incertidumbre laboral, debido al hostigamiento y acoso, por no tener la misma ideología que las autoridades que administran la Universidad Tecnológica.