Desangelado Día del Trabajo

Antonio González Vázquez

Unos trabajadores del Frente Sindical Potosino le prendieron fuego a un líder sindical “charro y corrupto”. El muñeco de cartón vestido de charro en color negro y en el pecho el logotipo de la CTM. El líder charro llevó a su mascota, una rata. Es la imagen del dirigente que no necesitan ni quieren los trabajadores.

Ante los arcos de palacio municipal, trabajadores de empresas maquiladoras de Matamoros, Tamaulipas dieron su testimonio de la tragedia laboral que estalló en esa zona norteña del país. Se atrevieron a ir por el estallido de huelgas en busca de contratos laborales justos y salarios bien remunerados.

A miles, las empresas los han despedido, pero los sindicatos del sector de la maquila se unieron y han ido ganando la batalla legal a empresas explotadoras que pagan salarios miserables.

Liliana Cruz, una trabajadora despedida de una de las 85 maquiladoras de Matamoros que ya despidieron a más de tres mil obreros y obreras, advirtió a los trabajadores potosinos que sin unidad las empresas y patrones pueden actuar impunemente contra los derechos laborales.

Lamentó que en San Luis los dirigentes de las grandes centrales obreras reduzcan el Día del Trabajo a una comida con el gobernador en turno. Pero de eso no tienen la culpa los trabajadores, si no van a ese tipo de eventos, entonces los castigan, por eso les obligan al pase de lista.

Algo así ocurrió con los maestros. Se volcaron sobre las listas para firmar y dejar constancia que sí fueron al desfile. En realidad, parecían hastiados. Firmaban y tomaban camino a casa. En la Plaza de Los Fundadores, maestros de las secciones 26 y 52 llenaron la plancha.

Luego de ingresar al centro histórico con diversas marchas, los maestros y sus dirigentes organizaron un mitin. Al templete se subió el diputado del PRI, Martín Juárez Córdova porque también es maestro, aunque por muchos años ha estado comisionado.

La presencia del magisterio con mayor ánimo de mostrar fuerza política se diluyó sin más luego de algunos discursos sosos. El único reclamo concreto fue acerca del deficiente servicio de abasto de medicamentos en clínicas del ISSSTE.

En la plaza se colocaron dos toldos con mesas para que los maestros fueran a pasar lista de presentes.

Junto a ellos pasó un pequeño contingente del Consejo de Lucha del Magisterio Potosino. Se mofaron del sindicalismo oficial, del sindicalismo magisterial charro que nunca ha estado por la genuina defensa de los derechos de los maestros.

A esa misma plaza llegó un importante contingente de la Federación Nacional de Trabajadores al Servicio del Estado. Al frente una gran manta del sindicato. Apenas se pensaba que ingresarían a la plaza de Armas cuando hicieron alto, enrollaron la manta y deshicieron el contingente. Al igual que los maestros, formaron corrillos con todo y fila para empezar a firmar lista de presentes.

Los trabajadores del Sindicato de la Casa de Moneda, sí entraron a la plaza con el ánimo por los cielos y lanzaron consignas ya clásicas como es de ¡qué si que no que cómo chingaos que no, ya volvimos a salir! o aquella de ¡Gobierno escucha los de la Moneda estamos en la lucha!.

Los trabajadores del Seguro Social hicieron su propio desfile y al final se plantaron frente a las instalaciones de la Delegación en la de Cuauhtémoc. Expresaron su temor que con la Cuarta Transformación se dé marcha atrás con las “conquistas de los trabajadores”.

Los burócratas estatales de la media docena de sindicatos también desfilaron sus uniformes nuevos que paga Gobierno del Estado. Los del SUTSGE que es el gremio mayoritario, vestidos en color pistache desfilaron apresuradamente desde antes de las nueve de la mañana, mientras que los del SITTGE amenizaron el Día del Trabajo con una Banda tipo Tambora llamada La Elegida.

Para las once de la mañana ya no había rastro de que alguien había celebrado el Día del Trabajo, salvo en un contenedor de basura. Una empleada municipal empujaba su carrito de recolección frente al Congreso del Estado, en la superficie de la basura, cúmulos de panfletos que organizaciones sindicales habían repartido y cuyo contenido como es natural, tenía que ver con los derechos de los trabajadores.

Y como al sindicalismo cetemista no le agradan las calles ni las exigencias ni las protestas ni las marchas ni nada, celebraron su evento del Día del Trabajo en sus vetustas instalaciones en la calle de Constitución. Fue el gobernador Carreras quien entró en contienda de loas con el líder gremial, Emilio de Jesús Ramírez Guerrero acerca de quién tiene más mérito en la paz, estabilidad y tranquilidad laboral de la que goza San Luis Potosí. Todo es gracias a usted, señor gobernador. No, todo es gracias a la responsabilidad e institucionalidad de la CTM, contestaría el ejecutivo.

El último registro oficial de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, correspondiente al último cuatrimestre de 2018 reporta que en San Luis Potosí la población ocupada era de un millón 195 mil 177 personas y que 26 mil 105 estaban desocupados.

Y también que la informalidad laboral había alcanzado el 55.9 por ciento, mientras que la ocupación en la informalidad llegó al 22.9 por ciento. 2018 cerró con 12.4 por ciento en condiciones críticas de ocupación, en tanto que la ocupación parcial y desocupación fue del 8.1 por ciento.

Es decir, no mucho qué celebrar en el Día del Trabajo pues el indicador de trabajo fue del 64 por ciento.

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