Ciudad de México (20 de septiembre de 2016).- La falta de tiempo, ganas o inclusive antojo son solo excusas para no prepararse un buen desayuno.
Y no necesariamente debe de ser el gran platillo “continental”, ni debe contener exceso de azúcar o grasa para que rindas durante el día y evites el riesgo de padecer problemas derivados de la falta de una buena alimentación matutina.
De acuerdo a expertos de la Universidad de Alabama, comer a la primera hora del día (entre 30 minutos y una hora después de haberte levantado), pondrá a trabajar a tu metabolismo, lo que ayudará a quemar la grasa del cuerpo.
Además, procura que el desayuno sea rico en proteína (pueden ser huevos estrellados o yogur griego), ya que de esa manera podrás satisfacer el hambre sin subir de peso.
De hecho, así lo demostró una investigación a cargo del Pennington Biomedical Research Center in Baton Rouge, en cuyos resultados se demostró que las mujeres que desayunaron huevo bajaron de peso dos veces más que aquellas que comían bagels como desayuno.
Fuente: Reporte Índigo. (Por María Alessandra Pámanes)