Por: Eduardo Delgado.
Fotos: Nahúm Delgado.
El gobernador priísta, Juan Manuel Carreras López, fue víctima de un acto de descortesía con gallardía. Ocurrió este jueves por la noche, en la toma de protesta de Ricardo Gallardo Juárez, del Partido de la Revolución Democrática, como presidente municipal de la capital para el periodo 2015-2018.
Como “consuelo de tontos” no fue el único; el ex mandatario panista, Marcelo de los Santos Fraga, fue recibido con una rechifla, que se repitió cuando se anunció su presencia como invitado especial.
Enseguida de que Ricardo Gallardo Juárez rindió protesta y ofreció un discurso político, le fue concedido el uso de la palabra a Carreras López. No llevaba quizá ni un minuto cuando una cantidad importante de “fieles devotos del Gallardismo”, se pusieron de pie para retirarse del Teatro del Pueblo del Parque Tangamanga Uno. Espacio bajo dominio del Gobierno del Estado, que lució con bancas pintadas en color amarillo.
Aquello aparentó una especie de simulacro del desalojo ordenado a causa de una contingencia. Las gradas de la parte superior quedaron prácticamente vacías.
Al sexto día de su mandato -quedará inscrito en la memoria- Carreras López fue víctima de acto de descortesía política, pues es de dudarse que el desalojo haya sido espontáneo. Sobre todo después de que al unísono, con tintes de fanatismo, vitorearon a los suyos. Uno de ellos el gran ausente, Ricardo Gallardo Cardona, “El Pollito”, que el próximo lunes cumple nueve meses en prisión.
