Carlos Rubio
Guz Guevara es un joven de 29 años que durante mucho tiempo se ha dedicado al activismo en favor de crear una sociedad incluyente, pero recientemente agregó una causa más a su lucha: regular todas las aplicaciones que recaben datos personales para que colaboren con las autoridades cuando se cometa un delito; esto, luego de que conociera a una persona a través de una app, quien lo drogó para abusar sexualmente de él y robar su hogar.
Guz nació con una condición genética llamada Osteogénesis Imperfecta, la cual provoca fragilidad en sus huesos, por lo que puede fracturarse con fragilidad, además utiliza una silla de ruedas para desplazarse. El joven activista conversó con Astrolabio Diario Digital sobre su caso.
Conoció a su agresor a través de Grindr, una app de citas para personas de la comunidad gay, bisexual y transexual; se encontraron el 4 de mayo en la casa de Guz, donde el agresor le ofreció tomar vino tinto. Luego de ingerir un poco Guz se comenzó a sentir mal hasta no poder moverse y quedar inconsciente. Días después aún era víctima de los efectos de la droga que ingirió, pero más allá de eso, sabía que había sido víctima de abuso sexual y del robo de su patrimonio, el cual ascendió hasta 55 mil pesos, según la Fiscalía.
“Nunca me dijo: ‘Oye tiene esto’, ni hubo un conocimiento previo ni un consentimiento de lo que tenía, obviamente fue con todo el dolo y la intención de drogarme, de dejarme inhabilitado”, comenta Guz Guevara, quien además señala que sufrió la fractura de su brazo derecho.
Al recuperar la conciencia, Guz acudió a la Fiscalía General del Estado, pero se encontró con un gran obstáculo: la revictimización. Según comenta, el área donde tuvo el primer contacto para poner su denuncia cometió omisiones y lo revictimizó, por lo que tuvo que asesorarse por su cuenta y llegar hasta la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas, donde le brindaron ayuda y lo canalizaron hacia la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos, lugar donde considera que le dieron un trato digno.
“Yo sí le quiero agradecer a la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos, es de las pocas instancias que da realmente una atención a víctimas; ellos me ayudaron y estoy muy agradecido, desafortunadamente tardé un poco en llegar a esta vía”.
Después de un camino, el cual Guz califica como cansado, además de un ir y venir de una instancia a otra donde tuvo que contar su historia decenas de veces, finalmente le brindaron la atención que necesitaba y comenzó el proceso de peritajes, desahogo de pruebas, con el cual, meses después, se pudo localizar al agresor y aprehenderlo.
Durante el camino que recorrió entre una dependencia y otra, Guz tuvo el acompañamiento de su familia y amigos, a quienes consideró “un ejército” que incluso lo cuidó mientras dormía, ya que sufrió una gran desestabilidad emocional por la inseguridad que llegó a sentir en su hogar.
Y aunque Guz siempre contó con alguien que le hiciera compañía, también decidió afrontar parte de su lucha solo: “Yo en las audiencias estuve presente frente a frente a mi agresor, decidí estar ahí porque yo no tengo miedo, yo creo que las víctimas no deben de tener miedo”.
Desde que la Fiscalía le informó que su agresor había sido aprehendido, Guz sintió una oleada de emociones como miedo, tranquilidad, paz y duda, ya que no creía posible que hubiera sido detenido.
Una iniciativa para regular las apps
Guz ha hecho pública su situación con el fin de alertar a la población; luego de subir un video a sus redes sociales donde denunciaba el hecho, se enteró de que hay muchas más víctimas del mismo modus operandi en San Luis Potosí, sin embargo en la Fiscalía le informaron que no hay más denuncias además de la suya.
“No es algo de género ni de orientación sexual, es una violencia que está ocurriendo de carácter sexual y patrimonial, pero es una violencia que parece invisible porque no hay denuncias (…) como tiene un carácter sexual a la gente le da vergüenza, le da miedo de ser revictimizada y juzgada, porque ocurre”.
Al principio, Guz creyó que el camino sería más fácil si Grindr facilitaba la información de su agresor, no obstante dejó de lado el hecho de que no es una aplicación regulada por el Estado, por lo que no está obligada a otorgar datos de sus usuarios, como sí sucede con Uber; por esta razón, él cree que se deben regular estas aplicaciones para así, en caso de que ocurra un delito de esta índole, exigirles los datos de sus usuarios.
Guz ve la necesidad de crear una iniciativa ciudadana para que el Congreso del Estado determine regular todas las aplicaciones que involucren datos personales y así facilitar el trabajo de investigación para las autoridades; de momento se encuentra siendo asesorado por activistas que le ayudan a estructurar la iniciativa, “así me tarde un par de años o lo que tenga que tardar, o tenga que esperar a la otra legislatura, estoy con la disposición de que ocurra”.
La Fiscalía informó en julio sobre la detención
El 23 de julio, a través de un comunicado de prensa, la Fiscalía informó que luego de obtener las pruebas suficientes, el agente de Ministerio Público judicializó la carpeta de investigación, por lo que los agentes de la Policía de Investigación detuvieron a José “N”, de 40 años, por su probable responsabilidad en los delitos de violación y robo calificado. El implicado fue aprehendido en la colonia Valle Dorado y trasladado al centro de reinserción social de La Pila.
En un segundo comunicado, del 31 de julio, la Fiscalía informó que, a través de los litigadores de la Unidad de Protección a Migrantes, Grupos Vulnerables, de la Diversidad Sexual, Defensores de los Derechos Humanos y Periodistas, se logró la vinculación a proceso de José “N”.
Además, se le solicitó al juez de control que José “N” permaneciera en prisión preventiva oficiosa en el centro de reinserción social, lo cual fue concedido.
Al personal de la Fiscalía Especializada se le dio un plazo de tres meses para aportar las pruebas necesarias para complementar la información, por lo que a finales de octubre continuarían las audiencias que definirían el futuro del señalado.
Una nueva lucha
- ¿Qué sentiste al estar nuevamente frente a tu agresor?
- No te lo sabría describir, no hay odio, no hay resentimiento, yo sólo busco justicia y busco que las demás personas allá afuera sean testigos de esto y sepan que no pueden andar por la vida agrediendo a otros.
Guz considera este suceso como el parteaguas de una nueva lucha en la que se dedicará al seguimiento y acompañamiento de víctimas, por lo que invita a cualquier persona que haya sido víctima a denunciar y a no dejar que le hagan sentir culpa y le revictimicen.
“Se llevó mi lado más íntimo, que era mi casa, mi seguridad, mis pertenencias, mis recuerdos, mi trabajo de años, ya me lo quitaron, me lo quitaron de una forma muy indigna, muy cobarde, muy agresiva, muy violenta, en este momento ya no me queda más que mi dignidad, y con esa apoyaré la dignidad de otras personas”.