Destaca SLP en reporte entre los estados más afectados por la sequía

Estela Ambriz Delgado

En 2023 la sequía presentó un drástico incremento en alrededor de 78 por ciento del territorio nacional, y entre los estados más afectados destacan San Luis Potosí, Hidalgo y Chihuahua, que registraron su año más seco, de acuerdo con el Reporte Anual del Clima en México 2023, publicado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

El 2023 fue un año particularmente seco y cálido; de acuerdo con los datos de precipitación y temperatura, se clasificó como el año más seco desde 1941 y el más cálido desde 1953, lo que contribuyó a la intensificación de las áreas con sequía a nivel nacional.

En el reporte anual se indica que 25 estados se clasificaron dentro de los más secos, entre ellos San Luis Potosí, Hidalgo y Chihuahua, registraron su año más seco. Mientras que para Sonora, Puebla y Oaxaca es su segundo año más seco desde 1941.

Asimismo, se detalla que el mes de septiembre de 2023 se posicionó como el septiembre con mayor superficie con sequía de moderada a excepcional de los últimos 21 años, de acuerdo con el Monitor de Sequía de México. En los registros de sequía a nivel estatal, ocho estados superaron sus valores máximos de áreas con sequía extrema y excepcional.

En Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Guerrero la sequía extrema se extendió desde el 20 hasta el 70 por ciento de sus superficies; y Durango, San Luis Potosí, Querétaro e Hidalgo, registraron sequía excepcional durante la segunda mitad del año.

En el caso de San Luis Potosí se han observado tres periodos de sequía, en 2011 a 2012, 2019, y 2023, siendo este último el de mayor intensidad y superficie de los registros históricos, ya que la sequía extrema se extendió en cerca del 80 por ciento de su superficie, y la sequía excepcional en el 12 por ciento.

De igual manera, el documento de la Conagua y el SMN reporta que el pasado 2023 fue el año con menores precipitaciones de todo el registro, y se hizo más evidente la ausencia de un patrón característico de inicio de temporada de lluvia, es decir, que las lluvias se retrasaron demasiado o no fueron suficientes para marcar un inicio claro de esta, principalmente en localidades de Baja California, Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila, San Luis Potosí, Tamaulipas, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Oaxaca, Chiapas y Yucatán.

También se señala que la temporada de lluvia duró menos de lo normal al noroeste, norte, noreste, centro, oriente y en las Penínsulas de Baja California y Yucatán. Además de que en gran parte del país la temporada de lluvias duró entre 30 y 90 días menos de lo normal, aunque en contraste, en regiones de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí y Veracruz, la temporada de lluvias duró hasta 30 días más de lo normal.

Sin embargo, se explica que una temporada de lluvias más corta de lo habitual no significa necesariamente que haya una condición seca, así como tampoco se puede aseverar que una temporada de lluvias más larga implique un superávit de humedad, lo que sucede en San Luis Potosí, que pese a la mayor duración de las precipitaciones tuvo un repunte en los municipios con sequía excepcional.

En cuanto al acumulado de lluvias a lo largo del año, se observó que desde enero las precipitaciones se mantuvieron por debajo del promedio climatológico. A partir de junio el déficit de lluvias fue más marcado, y para final de año la tendencia fue muy por debajo del promedio, con 157.7 milímetros menos que el promedio anual.

Skip to content