Ciudad de México (29 de junio de 2016).- Una comunidad otomí ubicada en San Bartolo Tutotepec, Hidalgo, denunció la destrucción de un antiguo templo en el que mantenían altares, grabados, así como ofrendas florales, frutas y pinturas, agresión de la que acusan a un grupo de testigos de Jehová.
El centro ceremonial ‘Mayonihka’ que significa ‘México Chiquito’, era aún utilizado por la comunidad otomí, quienes incluso reciben visitas de otros estados para hacer ceremonias de agradecimiento a la Tierra y otras celebraciones religiosas con apego a las tradiciones indígenas.
Jaime Chávez, poeta otomí que encabeza al grupo Nación Otomí, dijo que la gente indígena de diversos estados “viene a hacer ceremonias a la Madre Tierra, incluso allí hacen bautizos, casamientos”.
“Lo importante es el espacio, los objetos son lo de menos, los objetos se pueden hacer más. Lo que quieren es que ya no sigan invadiendo, haciendo destrozos, ¿para qué?”, afirmó.
El ataque suscitó una controversia sobre cómo se debe proteger ese antiguo santuario.
Luis Pérez Lugo, profesor de la Universidad de Chapingo, visitó en mayo el lugar y conversó con habitantes de la localidad de El Piñal, y ellos dijeron que llevaron a cabo el ataque.
“Los Testigos de Jehová declararon que ellos fueron”, señaló Pérez Lugo, quien destacó que entre los agresores había personas que solían asistir a las ceremonias otomíes y que habían cambiado de religión recientemente.
“Que eso (las ceremonias prehispánicas) no estaba marcado dentro de su biblia y por lo tanto eran, dijeron en sus palabras, que eso eran cochinadas, era basura lo que había allí, y que eso no marcaba su biblia, y por lo tanto fueron a hacer a un lado lo que estorbaba a su dios”, afirmó.
El sitio mismo, se encuentra ubicado en lo profundo de un bosque cerca de un río, en un camino que no es muy elaborado. Aún permanecen unos cuantos muros antiguos de piedra y algunos tienen grabados en bajo relieve.
Fuente: Excélsior.