Veracruz, México (05 de mayo de 2016).- El Fiscal General del Estado de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras informó, en rueda de prensa, la captura del presunto homicida de la periodista Anabel Flores Salazar, secuestrada y asesinada en febrero de este 2016, en la frontera en los límites de Puebla.
La víctima trabajaba como periodista de nota roja en el Diario El Buen Tono de Córdoba hasta que fue levantada en su domicilio, en Orizaba, por un comando armado.
Aunque no se dio a conocer la identidad del sujeto, se asegura que está confeso y fue detenido gracias al Juez de Control que le dictó la Prisión Preventiva por un año.
El cordobés detalló que fueron agotadas todas las líneas de investigación, que incluyeron el análisis del entorno de la finada, como es su quehacer profesional, su vida personal y las relaciones personales.
“Todas las instancias involucradas perseguimos el mismo objetivo, que es la salvaguarda de todos los veracruzanos, entre lo que se incluyen todos los comunicadores y sus familias, práctica que fue realizada en este caso; además de la atención por parte de un grupo interdisciplinario conformado por expertos en materia pericial y de investigación de la FGE, quienes acompañaron a familiares a reconocer el cuerpo localizado el día 09 del mismo mes (febrero), en el vecino estado de Puebla”.
El inculpado fue detenido en un primer momento cuando circulaba a bordo de un vehículo automotor con reporte de robo, por lo que fue puesto a disposición del Fiscal Investigador, quien lo consignó ante el Juez de Control, dictándosele auto de Vinculación a Proceso por el robo de dicha unidad.
Al ahondar en las indagatorias, se estableció que el individuo era integrante de una célula de la delincuencia organizada que tuvo participación en los hechos.
Las indagatorias y la confirmación de información proporcionada por una persona muy cercana a la finada, condujeron a determinar que la periodista fue privada de la libertad y de la vida por unas publicaciones que afectaban los intereses de un grupo delincuencial al que pertenece el capturado.
Fuente: La Silla Rota.