Óscar G. Chávez
En los dos días que antecedieron a éste, circuló profusamente un video en el que un personaje conocido por algunos y desconocido por muchos, se volvió viral por hacer dentro de ese video una serie de duros señalamientos contra el gobernador del estado, Ricardo Gallardo Cardona. Todo lo detonó, al parecer, la detención que elementos de la Guardia Civil Estatal hicieron de escoltas o personal de seguridad de la familia de esta persona.
Se trata de Gerardo Sánchez Zumaya, un (dice él) empresario de toda la vida que actualmente se desempeña como contratista para Petróleos Mexicanos (Pemex) y a quien también se le ha vinculado, y quizá de allí su éxito en los negocios, no sólo con uno de los hijos del presidente de la República, sino también con el empresario español José Castillo Peregrin. Una de tantas reseñas sobre Sánchez Zumaya, de algún miembro de su familia, y de sus controvertidas relaciones fue dada a conocer por el periodista Antonio Carrera en julio de 2023. (https://lachispa.mx/investigacion/polemica-empresa-va-por-obra-de-46-mdp-en-centro/)
En el video en cuestión no sólo se asume como empresario sino también como simpatizante o miembro activo de Morena y, tomando esto como punto central, señala ser víctima de una persecución de tipo política orquestada por el propio gobernador y su secretario general de gobierno, quienes se encuentran interesados en que colabore con ellos y el partido Verde. No especifica si como candidato o financiador, pero amaga (de continuar la persecución en su contra) con aparecer como candidato en las boletas electorales de las próximas elecciones, además de dar a conocer todo lo que hay en torno al gobernador y la obra pública del estado.
Si bien, no explica de una manera detallada cuál fue el detonante de su rabieta sí deja ver en parte la causa, ésta se dio a conocer en su momento en los principales medios de comunicación potosinos, pero hay ciertos detalles dentro del asunto y del propio video que motivan a la reflexión sobre uno de tantos sucesos que ocurren cada vez con más frecuencia en nuestro estado.
Primero sería necesario preguntarse por qué la familia de un empresario cuenta con una seguridad de este tipo que la mayoría de los empresarios potosinos no tienen, o bien ¿qué tipo de empresas maneja, cuáles son sus negocios o hay algo más detrás de ellos? Después, creo que se está obligado a considerar que no necesariamente, aunque sin descartarla, se trate de una persecución dirigida; pensemos en alguna denuncia ciudadana anónima que observa a unos sujetos armados; dentro de esta lógica tampoco se pueden descartar los excesos de la Guardia Civil al momento de la detención de los escoltas, pero ante la duda, las evidencias y dadas las situaciones a las que se enfrenta esta corporación en el estado, supongo que para ellos es preferible ofrecer disculpas a arriesgarse.
En este punto, si el tema es precisamente la legalidad a la que alude, por qué deben de concederse excepciones, ¿por ser militante de morena?, ¿por ser amigo del hijo del presidente?, ¿por ser empresario?, ¿por ser compadre del hermano de un diputado federal? Creo que ningún potosino con sentido común criticaría el que se detuviera a un grupo de individuos armados.
Aparte, dentro de toda esta arenga producto de la alteración, llama la atención el vínculo que dice tener con Morena, situación que en definitiva no causaría simpatía en el ánimo del público potosino, ya que nadie olvida que fueron precisamente los arreglos con ese partido los que posibilitaron la llegada de Gallardo a la gubernatura, por lo tanto su reclamo también debería dirigirlo a la dirigencia nacional de su propio partido.
Más, todavía, en diversos medios se le ha señalado como el gran financiador de David Azuara, hermano de Xavier Azuara y ahora aspirante a la candidatura por la alcaldía de la capital; entonces, ¿tras esta candidatura está también Morena? No sé si aquello sea comprobable, lo cierto es que sí son compadres de pila bautismal; luego, ¿tras este video cómo queda la relación de los Azuara con palacio de gobierno?
Dos puntos más. Primero, la mayoría de quienes comparten el video y alaban el valor del que lo hace situándolo casi al nivel de un héroe en el imaginario potosino, son los mismos que aquí guardan silencio ante las arbitrariedades reales de Gallardo; irónico, la reacción potosina aplaudiendo los dichos de un morenista o que al menos se asume como tal. Segundo (y aquí lo interesante), no sólo en la secretaría de Seguridad Pública sino también en palacio de gobierno se está guardando un incómodo pero conveniente silencio, de ese que acostumbran cuando el problema los rebasa y que acaba dando mucho de qué pensar. ¿La cosa será en realidad política?
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.