Diputados “austeros” mantienen bandera rasgada y desteñida

 

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Por: Eduardo Delgado

 Aunque pareciera increíble, los congresistas potosinos han asumido una postura de absoluta e irrestricta austeridad…a tal grado que rehúsan gastarse entre 500 y 600 pesos para comprar una nueva bandera y remplazar la destiña y rasgada que tiene destinada para izar en el asta de la sede oficial del Poder Legislativo, a pesar de que en esa postura han transgredido la ley.

Personal del congreso local aseguró que durante las fechas cívicas que se han conmemorado durante lo que va del año, como los días dedicados a la Constitución, La Bandera, La Expropiación Petrolera y el natalicio de Benito Juárez, entre otros, el lábaro patrio no se ha izado por obvias razones.

Así, los responsables de hacer guardar y respetar las leyes han violado la Ley Sobre el Escudo, La Bandera y el Himno Nacional, que en su artículo 15 impone: “En las fechas declaradas solmenes para toda la Nación, deberá izarse la Bandera Nacional, a toda o media asta, según se trate de festividad o duelo, respectivamente, en escuelas, templos y demás edificios públicos…”.

La coordinadora de los Servicios Internos, América Liliana Lorea Gutiérrez, cercana a la diputada priista Rosa María Huerta Valdez, ha recibido reportes de las condiciones en que se encuentra la bandera pero se ha negado a realizar las gestiones para la adquisición de una nueva.

La postura de la funcionaria, recién reintegrada a su cargo tras su fracaso como candidata del Partido de la Revolución Democrática a la presidencia del municipio de Santo Domingo, es catalogada de incongruente e intransigente.

Incongruente porque los representantes populares asignaron en su presupuesto anual 73 mil 500 pesos para “instalación, reparación y mantenimiento de mobiliario”, de los que al cierre del primer trimestre no se han gastado ni el 20 por ciento, además de que “en otras cosas, como en comidas, se gastan miles de pesos”, comentó una de las empleadas, que como sus compañeras y compañeros pidió el anonimato.

Criticaron a América Loera por adoptar una postura intransigente e ignorante, pues expusieron que el recinto oficial del Congreso del Estado es público y sede oficial de uno de los tres poderes del Estado.

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