Don Teófilo y el Palacio de Gobierno

Foto de María Ruiz

Abelardo Medellín

Ante una guardia honorífica y un ambiente enlutado, este martes 17 de octubre se rindió homenaje en Palacio de Gobierno a Teófilo Torres Corzo, exgobernador, exdiputado, exsenador y empresario potosino.

Al filo de las nueve de la mañana, entró a la Plaza de Armas la carroza fúnebre que traía consigo el féretro del exgobernador, quien en cuerpo presente recibió un homenaje póstumo en el que participó su hija y el gobernador Ricardo Gallardo Cardona.

Mientras la familia de Teófilo Torres Corzo esperaba junto a la carroza frente a las puertas de Palacio, los jardines detuvieron su circulación, los trabajadores en los edificios aledaños detuvieron sus labores para apreciar la llegada de la comitiva, los curiosos sacaban fotografías y preguntaban por lo acontecido; la llegada intempestiva de la carroza del exgobernador, de los rostros serios, cortó por la mitad la mañana y frenó a la ciudad por unos minutos.

Tras la llegada del gobernador Ricardo Gallardo y la presidenta del DIF Estatal, Ruth González Silva, la comitiva ingresó a Palacio de Gobierno y dieron inicio las guardias de honor.

El ambiente otra vez se dividía entre el respeto sepulcral de adentro y la curiosidad especulativa de afuera.

Adentro las chaquetas y abrigos negros, afuera el desfile de civiles que buscaban ver lo que pasaba en el inmueble; en el interior, el recuento de los logros políticos del exgobernador, afuera el murmullo de un “¿el de la Policía Urbana?” de un bolero; adentro la anécdota incompleta contada por un Ricardo Gallardo abrumado por la situación, afuera los reporteros rememorando con dificultad los detalles del gobierno sietemesino que encabezó Torres Corzo.

Al terminar el evento, la familia fue despedida por un grupo amplio de autoridades. quienes entendieron sus condolencias bajo el dintel dorado del águila que enarbola la puerta de Palacio.

En entrevista con medios, Gallardo insistió en su anécdota con Torres Corzo.

Según la versión del mandatario, luego de recibir su constancia de mayoría por parte del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac) en 2021, visitó a Torres Corzo en su oficina y sostuvieron una charla de dos horas en la que este le contó de su experiencia como cabeza del estado.

La anécdota que recordó Gallardo Cardona es la misma que vive en la memoria colectiva: aquellas mañanas de octubre de 1992 cuando Torres Corzo llegó al Gobierno entre las turbulencias de un experimento reeleccionista encabezado por Gonzalo Martínez Corbalá.

Una mañana muy parecida a la de este martes, pero del sábado 10 de octubre de 1992, el gobernador interino Martínez Corbalá dejaba su cargo, en el cual llevaba un año, para convertirse en precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones extraordinarias de 1993.

Para el domingo 11 de octubre, tomó protesta como gobernador interino Teófilo Torres Corzo ante el Congreso del Estado.

En su primera entrevista como gobernador, Teófilo abrió la conversación al decir que llegaba para gobernar “en serio y de verás”.

El día en que el Congreso aceptó la renuncia de Martínez Corbalá y nombró a Torres Corzo ambos tuvieron una conversación en Palacio de Gobierno que se reproduce a continuación:

Teofilo Torres Corzo: Qué gusto saludarle, aquí estamos, a trabajar desde el primero día, desde este momento.

Gonzalo Martínez Corbalá: Muy bien. Me llena de beneplácito la destinación tan atinada que hizo el Congreso y le deseo todo el éxito que San Luis merece.

Así lo registraron los diarios de la época.

Su llegada a Palacio fue celebrada por el sector empresarial, organizaciones sindicales e incluso los presidentes municipales que le enviaron mensajes públicos:

“Cuente usted con el decidido apoyo de los potosinos”, de Raúl Coronado Rodríguez, presidente municipal de Catorce, 1992.

“Nos asegura un tránsito firme y seguro”, de Margarita Viñas Orta, presidenta municipal de Tancanhuitz de Santos.

La recepción en papel era amena, pero en los círculos políticos de oposición se fraguaba un conflicto.

El lunes 12 de octubre de 1992, el recién constituido Frente Antireeleccionista Nacional (FAN) de San Luis Potosí anunció actos de resistencia en contra del nombramiento de Torres Corzo, pero aún más, contra el intento de imposición de Martínez Corbalá.

Del otro de la plaza también crecía la tensión; pues ese mismo día el alcalde capitalino, Mario Leal Campos, declaró no reconocer el gobierno de Teófilo Torres Corzo dado que, según dijo, surgió de una violación a la ley.

Para el martes 13 de octubre de ese año la situación estalló: Teófilo Torres Corzo, recién nombrado gobernador de San Luis Potosí marchó, brazo con brazo, con funcionarios, empresarios, familiares y representantes de la sociedad civil rumbo a Palacio de Gobierno.

En el recinto lo esperaban integrantes del Frente Cívico y del FAN que buscaban impedir su ingreso a Palacio.

Las gráficas de esos tiempos retratan a un grupo formado por Eduardo Martínez Benavente, Salvador Nava y Leonel Serrato Sánchez planeando la resistencia.

El encontronazo entre el gobernador y los opositores desató una trifulca que dejó 22 personas de ambos lados lesionadas y una señora de 72 años con las costillas rotas.

Ya dentro de Palacio, a punto de reunirse con 55 de los entonces 56 alcaldes, Teófilo Torres Corzo declaró a la prensa que, pese a lo acontecido, buscaría dialogar con los opositores.

Teófilo Torres Corzo llegó al Gobierno como consecuencia de las aspiraciones electorales de Gonzalo Martínez Corbalá; esas aspiraciones, hoy 17 de octubre de 2023, cumplen 31 años de haberse extinguido, pues en esta misma fecha, pero de 1992, Martínez Corbalá renunció a la candidatura del PRI a la gubernatura del Estado.

Sin embargo, las condiciones que lo precedieron no detuvieron el trabajo de Torres Corzo; unas semanas después de la refriega, durante una reunión con profesionistas técnicos, el entonces gobernador sentenció: “o nos modernizamos o nos hundimos” y llamó a la unidad.

De regreso al presente, las imágenes de la fría mañana con que fue recibido el exgobernador para su homenaje póstumo, siembran en el ambiente la obligada comparación que evoca los contrastes.

Su llegada al Palacio de Gobierno como mandatario fue recibida con las resistencias de los tiempos que transitó; hoy, en el anochecer de su vida, su recuerdo es conmemorado en ese mismo lugar con altos honores y anécdotas que no terminan de hacer justicia a su breve, pero trascendental, intervención en la vida pública de la entidad potosina.

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