Francisco X. Salazar S.
“AMLO no llenó el Zócalo, aunque se enojen”. Son palabras del potosino Julio Hernández (Astillero), muy conocido periodista y analista político, de izquierda desde estudiante. Y lo dice después de ver las imágenes de las cámaras aéreas durante todo el discurso-informe. Lo cierto es que aunque el Zócalo estaba recortado por la valla del CNTE y por el mismo templete del orador único del mitin-informe, los espacios que quedaban se llenaban con menos de 80,000 asistentes (estimación mía), pero ni siquiera eso se llenó.
Además, después de una hora y 37 minutos de informe-rollo y de anunciar su nueva doctrina política “Humanismo Mexicano”, que no dice nada, la gente ya cansada se retiró sin esperar al final. Todo eso después del derroche mayúsculo de cash por parte del gobierno federal, de los gobernadores y alcaldes de Morena para transportar y acarrear burócratas y beneficiarios de los programas asistenciales del presidente López. Frente a esto, nada más falta que ahora califiquen a Julio Hernández como conservador empleado de Claudio X. González.
Sin duda el arrastre de López ha mermado. Nadie cuestiona que sigue teniendo admiradores, pero cada día son más los decepcionados de su gobierno fallido. Un (des) gobierno que gasta a lo tonto recursos millonarios que se necesitan urgentemente en salud, educación, infraestructura, mantenimiento de instalaciones como las del Metro y las plantas de la CFE o Pemex. Un (des) gobierno que no ha logrado que la economía alcance los niveles de cuando llegó al poder; que ha generado millones de pobres y más millones de trabajadores informales; al que ya se le hizo bolas el engrudo con los migrantes, a los que al inicio de su gobierno invitó a venir a México, además de los que le mandó su amigo Trump.
Un (des) gobierno que ha permitido que los “malos de malolandia”, los narcos, se apoderen del 70 % del territorio nacional y extorsionen, cobren derecho de piso y de paso, y se enfrasquen en pleitos que aterrorizan a la población. Pero lo que más ha decepcionado a millones de mexicanos es que este gobierno, que no gobierna, solo piensa en la imagen de López, su popularidad, su obsesión por quedar en la historia al nivel de Madero cuando, si acaso, estaría al nivel de un destructor de instituciones y pasará a la historia por la cantidad muertos y de sangre derramada por su irresponsabilidad.
En fin, cientos, tal vez más de mil, millones de pesos, en cash, gastados del erario público para que muchos obligados marcharan, pero que ni siquiera oyeran, el informe-mítin-rollo de auto elogio. Lo único bueno de todo este desfiguro es que ahora hay fotos, grabaciones y testimonios que permiten comparar las dos marchas. Marcador al momento: Ciudadanos 1, López 0. Y ni siquiera vamos a medio tiempo. A ver qué pasa en Edomex y Coahuila; si la oposición va unida, pronostico el principio del fin del Rey del Cash.
Potosinos Enchilados
- Durísimo editorial del Washington Post sobre la preocupación que hay en Estados Unidos por la intentona de López de destruir la democracia en México, por el ataque al INE. No quieren tener de vecino a un émulo de Maduro o de Castro, ni les gustaría ser vecinos de un narco estado.
- El pleito por ser la corcholata ungida se evidenció con el escupitajo en la cara a Marcelo Ebrard, que ni Pío dijo. Se llevan pesado. Y Monreal haciendo guiños a Creel. Se fractura la Morena.
- Matan a un general del ejército y solo merece un breve espacio en la mañanera. Me imagino que lo que haría un verdadero gobierno en cualquier país del mundo. Aquí les mandan “abrazos, no balazos”, y en un derroche de responsabilidad los van a acusar con sus abuelitas.
- Enojado porque le dieron palo con la prisión preventiva oficiosa, López ordena a sus empleados desobedecer la Ley. Que no se les olvide que él es la Ley. Y no le salgan con que la ley, es la ley.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Ingeniero Químico, maestro en Administración y doctor en Educación. Empresario. En 2005 ocupó el cargo de Secretario del Trabajo y Previsión Social a nivel Federal. Fue dos veces diputado federal y senador, y una vez diputado local. Ha sido catedrático por más de 25 años en universidades públicas y privadas. Miembro del Partido Acción Nacional de 1975 hasta abril de 2022. Ha sido consejero de Canacintra, Industriales Potosinos, Unión Social de Empresarios de México y de Coparmex. Ocupó el cargo de secretario general en el Sindicato de Académicos de la UASLP. Actualmente es presidente del Instituto de Política Laboral A.C.