Francisco X. Salazar S.
San Juan Pablo II, Karol Wojtiwa, y Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, por quien hay muchas plegarias para que sea declarado santo, fueron dos gigantes de la Iglesia Católica en momentos muy difíciles. La Iglesia ha tenido como pontífices a grandes santos y también a hombres con muchos defectos (aunque ninguno, ni los peores, han errado en cuestiones de fe y moral), pero sin duda lo que nos regaló el Espíritu Santo a finales del siglo XX y principios del XXI es extraordinario.
Hay que destacar que fue con San Juan Pablo II con quien, después de casi 500 años, se rompió la inercia de la nacionalidad de los papas. Antes de él, casi todos fueron italianos (de 264 solo 43 europeos no italianos; 3 africanos y 8 del Medio Oriente). Después de él, un alemán –otro europeo no italiano– Benedicto XVI; y posteriormente la designación fue hasta el Continente Americano, el Papa Francisco, argentino.
Juan Pablo II, junto con el entonces Cardenal Joseph Ratzinger (desde 1981 al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el anterior Santo Oficio); enfrentaron retos formidables. Entre otros, el comunismo y las corrientes extremas dentro del cristianismo: progresismo y tradicionalismo.
Al comunismo, sin arma alguna, lo derrotaron en el terreno filosófico, cultural, político y social. La férrea defensa de la persona y de la fe desde que Juan Pablo II era Obispo de Cracovia; y su amistad con el gran líder obrero polaco Lech Walesa, fueron fundamentales para resquebrajar el régimen comunista, primero en Polonia y luego en toda Europa Oriental. Su amistad e influencia sobre el líder ruso Mijail Gorbachov hizo que este último se decidiera a permitir el éxodo en Berlín, lo que trajo la caída del atroz muro, y a disolver pacíficamente la fracasada URSS.
En cuanto a las corrientes extremas, al progresismo, cuna de la Teología de la Liberación, le dieron su dimensión adecuada en la defensa de los pobres, pero fuera del marxismo; y a los tradicionalistas lefebvristas, les dieron la oportunidad de reconciliarse y aceptar la autoridad del Papa (aunque no todos aceptaron la oportunidad y siguen cuestionando la misma).
Ratzinger, ya como Papa Benedicto XVI, enfrentó también con firmeza, como ha dicho el Padre Santiago Marín, a tres terribles enemigos: el problema de los abusos sexuales, y dentro del mismo Vaticano el lobby del dinero y el de la masonería. En el caso de los abusos sexuales, escuchó personalmente a las víctimas e implantó la norma de Tolerancia Cero en todas las diócesis, y en el caso del Padre Maciel lo redujo al claustro y salvó muchas de las buenas obras que aún tienen los Legionarios de Cristo.
En el asunto del dinero cambió a los responsables del banco del Vaticano y saneó las finanzas de la Santa Sede y, en el caso de la masonería, recordó que las definiciones de la Iglesia en este tema no han cambiado y siguen vigentes. Por eso ha sido duramente atacado hasta ahora después de su muerte.
Los dos, Juan Pablo y Benedicto fueron filósofos brillantes. El primero conocedor de las corrientes de la fenomenología y de la axiología de Max Scheler, pero sobre todo discípulo de Santo Tomás de Aquino. El segundo, discípulo desde estudiante de San Agustín. Ambos siguieron los dos caminos para llegar a Dios, la fe y la razón, las dos alas que elevan nuestro pensamiento hacia Dios, como explica Juan Pablo II en Fides et Ratio. Como señala Benedicto en una frase que me encanta: “la razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no sería humana”.
Y es que podemos elevarnos a Dios meditando, reflexionando y filosofando por medio de nuestra razón, aunque ésta no alcance a comprenderlo en su infinitud. Pero Dios nos ha querido ayudar con la Revelación, con lo que el mismo Dios nos ha dado a conocer acerca de Él mismo; y para aceptar la Revelación necesitamos la fe. Y lo más asombroso de la Revelación es que DIOS ES AMOR, que nos creó por amor; y que se hizo humano y murió para rescatarnos del pecado, por amor. Benedicto XVI nos lo enseña en su encíclica: “Deus Caritas est”.
Ha muerto Joseph, Benedicto, aquel de quien un cardenal alemán dijo que “tenía el cerebro de 10 sabios y el corazón de un niño de Primera Comunión”. Ya estará con quien tanto amó, con Nuestro Señor Jesucristo. Pedimos a Dios que pronto sea declarado santo. Ya suena el clamor de “Santo Subito”
Potosinos Enchilados
- A la vista de lo que está pasando en Sinaloa (parece Ucrania), donde los Chapitos incendiaron, tomaron y vandalizaron Culiacán y otras ciudades importantes por la captura de Ovidio Guzmán; en Chihuahua, donde con vehículos blindados y armamento militar tomaron un reclusorio y rescataron al capo “el Neto, que finalmente murió este jueves; o en Veracruz, en Baja California, y en menor medida en Zacatecas, Jalisco, Guanajuato, Morelos, Estado de México, etc.; después de que en lo que va del sexenio de López llevamos más de 140,000 asesinatos incluyendo sacerdotes y periodistas; masacres, extorsiones incontables, producción y venta de fentanilo, cocaína y otras drogas mortales, el control del crimen organizado de más de la tercera parte del territorio nacional… después de todos esto y más, parece que a las Fuerzas Armadas –Ejército y Marina– ya les cayó el veinte de que la tonta política de “abrazos, no balazos” le está costando mucho a los mexicanos. ¿O será porque viene Biden?
- “Mal empieza la semana al que ahorcan en lunes” dice el refrán popular. 2-0 es el marcador para el presidente López en la primera semana del 2023. Por más que el Presidente López exculpó el plagio de la tesis para recibirse como abogada de la “Licenciada” Yasmín Esquivel; de que hizo campaña por ella, resaltando que lo ha apoyado en sus propuestas e identificándola como una de las suyas; y de que insultó y amenazó al descubridor del plagio Guillermo Sheridan y a Krauze porque le caen mal… Por más que presionó, los ministros de la Suprema Corte eligieron como presidenta a Norma Lucía Piña, que sí reúne los requisitos y ha hecho su vida profesional en el Poder Judicial, y que de paso es la que más ha votado en contra de la propuestas y ocurrencías del Presidente López. Ese fue el 1-0, pero también le anotaron un buen gol en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa al nombrar como nuevo presidente a Guillermo Valls Esponda, quien fue asesorado por el calderonista Roberto Gil, y la corcholata para este cargo ni siquiera pasó de la entrada. 2-0.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Ingeniero Químico, maestro en Administración y doctor en Educación. Empresario. En 2005 ocupó el cargo de Secretario del Trabajo y Previsión Social a nivel Federal. Fue dos veces diputado federal y senador, y una vez diputado local. Ha sido catedrático por más de 25 años en universidades públicas y privadas. Miembro del Partido Acción Nacional de 1975 hasta abril de 2022. Ha sido consejero de Canacintra, Industriales Potosinos, Unión Social de Empresarios de México y de Coparmex. Ocupó el cargo de secretario general en el Sindicato de Académicos de la UASLP. Actualmente es presidente del Instituto de Política Laboral A.C.
