Dos eventos relevantes tuvieron lugar esta semana: El regreso de las peregrinaciones a los Santuarios de Guadalupe, sobresaliendo los 12 millones de fieles a la Basílica de la Ciudad de México; y el asesinato del INE por la 4T y el Presidente López. Una noticia buena para el mundo y una mala para Mexico.
En el acontecimiento Guadalupano que empieza con las apariciones de la Virgen María al ahora Santo, Juan Diego Cuahtlatoatzin, en diciembre de 1531 y llegan hasta nuestros días, está presente en la historia de México y ahora también se ha extendido primero a Estados Unidos gracias a los migrantes y también a otros lugares en todo el mundo, gracias al Papa Francisco.
El 1531, 10 años después de la caída de la Gran Tenochtitlan, lo que ahora es México solo era una gran decepción para los indígenas y un asombro, un sueño o un espejismo para los europeos. A los indígenas les habían fallado los dioses de sus antepasados. En muchos había una gran tristeza y desolación. Algunos se querían dejar morir. Por su parte los europeos que recién habían recuperado la Península ibérica en su totalidad gracias a los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, ni siquiera sabían bien a dónde habían llegado y aún entre los españoles no se entendían bien (castellanos, los vascos y otros).
La soberbia y graves abusos de algunos conquistadores, dificultaban la labor de los misioneros, que con humildad y gran generosidad, a duras penas trataban de enseñarles la doctrina cristiana a los indígenas, en una lengua y cultura muy diferente. Solo unos cuantos como Juan Diego y su familia, se habían convertido a un cristianismo muy incipiente: bautismo, asistencia a misa, algunas oraciones en latín y la obligación de dejar el culto a sus dioses, los sacrificios humanos, la poligamia y acaso algo más. No era sencillo evangelizar en una cultura y lenguas tan diferentes.
Entonces ocurre el acontecimiento Guadalupano. La Virgen María se le aparece a un indígena humilde, no a un español encumbrado, y se muestra de una manera que hoy apenas estamos empezando a comprender: le habla en náhuatl, no en castellano o en latín, y le da un mensaje no solo verbal, sino sobre todo visual y gráfico. La Virgen, morena, no blanca, vestida con un gran simbolismo incomprensible para los europeos, deja su imagen plasmada no sobre una exquisita tela preparada para un cuadro, sino sobre la burda tela del ayate o tilma de Juan Diego.
Los indígenas lo comprendieron inmediatamente. Como dice el hermoso canto a La Guadalupana, su porte y su faz eran mexicanos, y los dibujos y los colores de su vestido tenían un gran significado para ellos: su manto color azul-verde, significaba el color del cielo, su vestido color de rosa, el color para representar la tierra. Un ángel a sus pies con una mano en el cielo y otra en la tierra unía lo terrenal con lo divino. Ella tenía el sol a sus espaldas, a sus pies la luna y estrellas en su manto.
Al respecto, es impresionante lo que muchos científicos han descubierto en la ubicación de esas estrellas: varias constelaciones pero vistas ¡desde atrás! Y qué decir de los detalles de los ojos de la Virgen, estudiados por oculistas y oftalmólogos, donde se pueden observar figuras humanas. Y su peinado, sus manos juntas y los adornos en sus vestidos muestran a una mujer embarazada, ¡pero aún virgen!
Mientras que los dibujos de flores y montañas en su vestido pasaron desapercibidas para los europeos, no fue así para los indígenas que los “leyeron” claramente. Y el ayate, de fibra de maguey, sin tratamiento alguno, que no se ha deteriorado después de casi 500 años y que nadie ha podido demostrar cómo está plasmada la imagen, que no es pintura ni grabado ni técnica alguna conocida.
Pero lo que ahora sabemos es que gracias a Juan Diego, que vivió 17 años, hasta su muerte, en la rústica ermita que había pedido la Virgen, construida por órdenes del obispo Juan de Zumárraga, los millones de indígenas que desde entonces visitan el santuario, entendían más fácilmente la doctrina cristiana que por la predicación de los misioneros.
Porque la Virgen se presentó como la madre del verdaderísimo Dios, por quien se vive, del creador de las personas, del cielo y de la tierra, del señor del cerca y del lejos, del dueño de la tierra. Y entendieron que el sufrimiento de los humildes puede tener valor para Dios aunque no lo tenga para los hombres. Que ya no necesitaban más sacrificios humanos, porque su hijo ya murió por todos los hombres. Y que ya no solo los sacerdotes que arrancaban el corazón palpitante de sus víctimas podían comer del sacrificio, que ahora podían comer todos del sacrificio de su hijo. Y entonces sí se convirtieron millones de indígenas de todas las etnias del Anáhuac y desde Centroamérica hasta el norte de Estados Unidos.
Algunos ingenuos han tratado de arrancar el amor y la devoción a la Virgen de Guadalupe del corazón del pueblo, este sí, bueno y sabio, no acarreado, pero no lo lograrán. No lograrán arrancar del mexicano su amor por su santa patrona, su reina y señora, su morenita del Tepeyac.
El otro evento es trágico: el asesinato del INE. Con toda mala leche, sin siquiera haberla leído, a sabiendas de que violan la Constitución, los legisladores de Morena y partidos satélites, aprobaron cambios a las leyes secundarias y mataron al INE. No solo de inanición al quitarle el presupuesto, sino también despidiendo a miles de personas con experiencia, y cerrando las OPLES estatales con el argumento de que había que ahorrar.
Todo por órdenes del presidente López, que no es la primera vez que manda al carajo la Ley, a él no le salgan con que la Ley es la Ley, ¡él es la Ley! Desaparecen las OPLES porque dicen que no se necesitan oficinas en los Estados si todo lo pueden controlar desde la Secretaría de Gobernación federal. Con ese argumento podrían desaparecer los Gobiernos estatales, o los Ayuntamientos, ya que cuestan mucho y todo lo pueden controlar desde la Secretaría de Gobernación, que por cierto no gobierna, anda de corcholata, en campaña, aunque el país esté en llamas.
Pascual Beltrán del Río recordó ayer cómo Mussolini, con una reforma electoral, cambió las elecciones por plebiscito, con listas únicas de candidatos, propuestas por su partido, en las que solo podían estar miembros de su partido, y acabó con la democracia italiana en 1926. Y en México, con el control de las Cámaras como pretende López, pueden cambiar lo que quieran, hasta mandar al carajo aquello de la no reelección. Como dijo un diputado moreno: “tenemos los votos y se chingan”.
Y el colmo de la ignominia es la llamada cláusula de vida eterna para los partidos parásitos. Con la ley que quieren aprobar, le garantizan presupuesto al Partido Verde y al del Trabajo, aunque no obtengan el mínimo para mantener su registro. Aunque ya la Corte determinó que es inconstitucional, pretenden que se les puedan obsequiar votos aunque hayan sido para otra persona. Si alguien vota por una corcholata, pero le faltan votos al niño Verde, pues se los quitamos a la corcholata y se los damos al socio, para que su partido tenga acceso a la ubre presupuestal. Y sigan votando, sin leer, lo que les manda AMLO.
Dinero a cambio de votos.
Honestidad valiente. Jajajajaja.
Potosinos Enchilados
- Los senadores Ricardo Monreal y Rafael Espino, votaron en contra de la Ley López, se empieza a desgranar la mazorca Morena. ¿ Serán los únicos o los primeros?
- El coronel Isidro Grimaldo Muñoz fue secuestrado, golpeado y asesinado en Guadalajara. Es el segundo alto mando militar asesinado en estas últimas semanas. Pero el ejército tiene orden de responder con “abrazos, no balazos”. Y el secretario de Gobernación, ocupado en darle respiración boca a boca a sus partidos satélites, darles dinero del pueblo para que sigan pegados a la ubre presupuestal.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Ingeniero Químico, maestro en Administración y doctor en Educación. Empresario. En 2005 ocupó el cargo de Secretario del Trabajo y Previsión Social a nivel Federal. Fue dos veces diputado federal y senador, y una vez diputado local. Ha sido catedrático por más de 25 años en universidades públicas y privadas. Miembro del Partido Acción Nacional de 1975 hasta abril de 2022. Ha sido consejero de Canacintra, Industriales Potosinos, Unión Social de Empresarios de México y de Coparmex. Ocupó el cargo de secretario general en el Sindicato de Académicos de la UASLP. Actualmente es presidente del Instituto de Política Laboral A.C.