Leticia Vaca
Dudas, temor, desconfianza y dificultad para socializar, son algunas de las afectaciones que se han detectado en alumnos de preescolar después de más de un año de no asistir a las aulas.
La maestra Rosi, quien compartió llevar 35 años de docencia, platicó para este medio que los infantes de preescolar son de los afectados al percibir todos los problemas que trajo la pandemia por COVID-19: “la pérdida de familiares, el dejar de ver a sus compañeros, pérdida de empleo de sus papás, a todo eso, son perceptibles y lo saben y lo manifiestan de muchas maneras, se vuelven cohibidos, ya no quieren socializar o traen muchas dudas, cuestionan mucho, hay muchos niños muy temerosos, se retraen”, abundó.
La docente señaló que desde el pasado mes de abril, después de un largo proceso, lograron convertir el preescolar en el que se desempeña también en una estancia infantil para poder continuar con la atención a menores, sin embargo la asistencia presencial continuó siendo poca.
Con el regreso a clases presenciales que inició este lunes, mencionó, sólo se registró un alumno más: “algunos piensan ‘ya falta un mes, qué nos cuesta’; tienen la oportunidad también, verdad, hay muchos papás que quisiéramos seguir teniendo a nuestros hijos en casa pero necesitamos regresar a nuestras labores, entonces muchos de ellos que tienen la oportunidad de seguir trabajando en casa, ven la posibilidad de seguirlos apoyando (…) pero nosotros seguimos dando clases virtuales”.
En contraste, Paulina Zavala expuso que en el preescolar al que asistía su hijo se tomó la decisión de no regresar a las aulas, ya que la mayoría de los padres y madres no estuvieron de acuerdo en el retorno a clases presenciales, aunque aclaró que ella está a favor.
“Ya con la vacuna se reduce el riesgo de contagio, sólo que se tengan las medidas de sanitización”, dijo.
Además, externó su preocupación porque estimó que la enseñanza que se ha dado desde casa no se compara con asistir a las aulas, pues “en la escuela ponen más atención, si no saben algo le preguntan a los maestros ahí mismo y si no, pues los niños tienen que buscar”.
Paulina también mencionó el interés de los menores por regresar a sus centros educativos: “mi hijo me dice que quiere ir a la escuela a jugar con sus amigos y estar con la maestra para que le enseñe mejor, es un niño de preescolar pero también se aburre de estar todo el tiempo en casa, nada como ir a la escuela”, concluyó
Pese a que la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado anunció que las instituciones educativas privadas y públicas podrían retomar las clases presenciales, únicamente el 15 por ciento decidió regresar.
