Ecocidio y daños al Templo, entre los riesgos de un paso a desnivel en El Saucito

Estela Ambriz Delgado

Integrantes de las organizaciones Saucito Unido y El Saucito de San Luis, explican las razones por las que se oponen al proyecto de construcción del paso a desnivel, lo cual consideran que representa un riesgo para el templo e implica la destrucción de más de 100 árboles, además de que dejaría inhabilitado un colector pluvial en el que se invirtieron millones y apenas fue concluido en 2021.

La doctora Guadalupe López considera que el hecho de que se pretenda construir esta obra atenta contra los derechos humanos de la comunidad, porque traerá un perjuicio ecológico y económico, además de afectar el uso social del espacio.

“Nos preocupa y molesta, sobre todo la afectación ecológica que habría, porque los árboles son muy antiguos y en la obra no solamente se verían afectados los árboles del camellón, sino que también las áreas laterales, ya no aparecen los árboles de la calzada, ni los que están alrededor del templo, afectando a la fauna que habita en ellos y los mantos freáticos”.

Además, informó que la comunidad realizó un análisis del proyecto ejecutivo del Ayuntamiento y de los planos, con la arquitecta Maricarmen Ramírez Ramos, en conjunto con urbanistas e ingenieros hidrólogos, y encontraron varias inconsistencias como que las medidas físicas de la calle no coinciden con las medidas presentadas en el proyecto, mientras que los estudios correspondientes no se realizaron cerca del templo.

Asimismo, explicó que el proyecto afectará los cimientos del templo, pues para construir el desnivel perforarán más de 65 veces a un costado de este y la ermita, actual Museo de los Exvotos, para albergar pilotes de cimentación de 16 metros de profundidad por un metro de ancho, por lo que las vibraciones por las excavaciones terminarán de dañar ambos monumentos históricos que ya presentan daños estructurales por humedad y cuarteaduras, lo que abre paso a un posible derrumbe.

Guadalupe López resaltó también que el templo y sus alrededores son un área donde hay corrientes subterráneas, y al momento que no haya a donde corra el agua el nivel va a subir, que fue algo que ya pudieron observar cuando se hizo el colector pluvial que desemboca en Fray Diego de la Magdalena; el nivel del agua subió y salía por las piedras de la Iglesia.

Además, temen sufrir de nuevo inundaciones, ya que con la obra quedaría deshabilitado dicho colector pluvial que viene desde avenida Mezquital, pasa por Villerías, se desvía por la calle San Rubén y desemboca en Fray Diego de la Magdalena, obra que fue solicitada por los habitantes de la zona para dar solución a las inundaciones, en el cual se invirtieron millones para ser entregada apenas en 2021.

Por su parte, Renato Hugo Ramírez Torres expresó su preocupación por el número importante de árboles que pueden perderse, ya que en ningún momento se ha planteado algún programa de rescate en caso de llevarse a cabo el proyecto de paso a desnivel, y la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) no parece tener interés en actuar al respecto.

“Estamos hablando de 103 ejemplares en lo que comprende la avenida Fray Diego de la Magdalena y que no vemos un programa claro de qué es lo que se hará con esos árboles. Obviamente ya no podrían ser trasplantados ya que no hay un lugar cercano a donde puedan ser llevados”.

También dijo que les preocupa la movilidad de los peatones, pues se le da prioridad exclusivamente al automóvil y muchas colonias quedarán reducidas en cuanto a acceso, como División del Norte, Mártires de la Revolución, avenida del Sauce y avenida San Ángel, entre otras.

“Esto parece más ser una obra de relumbrón, pero vemos demasiados problemas para realizarla. A lo mejor están aferrados porque tienen vislumbrado hacer más fraccionamientos en Mexquitic”.

Asimismo, los colonos indicaron que lo que generó gran inconformidad y desconfianza fue que el Ayuntamiento de la capital nunca les presentó el proyecto a todos los interesados, sino que se realizó una reunión muy cerrada sólo con los integrantes de la junta de participación ciudadana, razón por la que ellos tuvieron que entrar a la fuerza.

“Al saber que iban a venir a hablar del proyecto nos acercamos y nos cerraron la puerta en la cara porque nada más era con ellos, y sí nos vimos mal, pero tuvimos que entrar a la fuerza”.

Felipe de Jesús Vásquez Rocha puntualizó que los vecinos querían que les explicaran lo que pensaban hacer, porque no sabían nada cuando el Ayuntamiento ya tenían hasta los contratos firmados, lo que consideraron injusto.

“¿Por qué no primero hubo acercamiento antes de este proceso para también nosotros dar nuestra opinión? Porque a final de cuentas nosotros vamos a vivir con lo que se haga aquí, un gobierno municipal o estatal solamente son tres o seis años, pero los que nos quedamos con el problema somos nosotros”.

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