Por Victoriano Martínez
No es un deja vú, es la prolongada perversidad de la ecuación corrupta.
En cuestión de cuentas públicas, la Gaceta Parlamentaria para la sesión del Congreso del Estado de este viernes tiene diferencias insustanciales con la Gaceta Parlamentaria para la sesión del 29 de junio de 2017.
Los dictámenes sobre los informes finales de auditoría a las Cuentas Públicas municipales 2016 son los mismos, con una manita de gato. Parece un deja vú.
Pero no sólo porque los dictámenes han sido remezclados no es un deja vú. La encendida indignación ciudadana que en aquel momento obligó a los diputados a no aprobar aquellos informes ya no está.
No hace falta mucha ciencia para, al comparar los dictámenes de los dos momentos, darse cuenta de que prevalecen las observaciones contaminadas por la ecuación corrupta.
Sí, ahora incluyen una explicación del por qué la cuenta de Ricardo Gallardo Juárez aparece sin observaciones financieras, como si en 2016 no hubiese ejercido recursos propios. Por eso parece un deja vú.
Adornos insustanciales como observaciones sin ningún efecto por parte de un despacho con costo millonario, no cambian el resultado. Prevalece la ecuación corrupta.
Tan costosos adornos tienen más el efecto de un maquillaje con el que los diputados pretenden, con mucha ventaja para lograrlo, burlarse una vez más de la ciudadanía.
Tan es así, que el copy-paste lo hicieron con tal descuido, que dos pares de municipios comparten exactamente las mismas observaciones.
Lo que se las pone tan fácil es que la encendida indignación ciudadana que hace más de un año los frenó, hoy está apagada.
Por eso la sesión de este viernes en el Congreso del Estado no es un deja vú.
Parece más una línea de tiempo alterna, en la que la ecuación corrupta se sale con la suya… 14 meses después.