El abuso del poder para beneficio propio

Por Victoriano Martínez

Uno. La escena podría considerarse sin mayores consecuencias: un grupo de personas que recogen del pavimento cartones de cerveza de un tráiler volcado, cual bolo etílico del que cualquiera puede apropiarse.

Pero es de por sí una escena significativa. Muestra una actitud. La de aprovechar la mala fortuna de otros para obtener ventaja.

Dos. El Juez de Control y de Tribunales de Juicio Oral, Ranulfo Rodrigo Cano Vargas, revocó el no ejercicio de la acción penal en el caso de daño en las cosas, despojo, amenazas y lesiones en la comunidad de Noria de San José.

Las víctimas vieron mínimamente resarcido el perjuicio que les causa lo que consideran trabajo sucio de una Fiscalía General del Estado coludida con la empresa que operó las acciones en su contra. Pero la justicia aún está lejos.

Tres. La escena pudo tomarse por muchos como algo innecesario y hasta un exceso rigorista. Federico Garza Herrera protestó, 40 minutos después de iniciada su comparecencia, conducirse con verdad, para cumplir el Reglamento para el Gobierno Interior del Poder Legislativo.

Hubo quien lo consideró un pequeño fastidio. Y es que hacerlo o no, da lo mismo. Aquello es una pasarela de medias verdades que constituyen mentiras completas.

Cuatro. “Debo alzar la voz”, gritó Mary Chuy Almendarez durante la comparecencia del Fiscal General del Estado. “Es que solamente así nos dan el uso de la voz a las víctimas”, reclamó.

Mientras hablaba, los diputados que conducían el acto, en lugar de ofrecerle un micrófono, le pedían silencio, como quien quiere sacudirse un tábano fastidioso, sin notar que trata de despertarlos para que se percaten de una injusticia.

Cinco. Si en los próximos meses no ve resultados, advirtió el diputado Edgardo Hernández, pedirá un juicio político en contra de Federico Garza Herrera.

Una advertencia que contrastó con la expresión de Garza Herrera: “Son muchas las acciones emprendidas y mucho el trabajo que se ha hecho”, afirmó.

Un contraste que pareciera el hilo conductor de esos cinco actos enumerados que muestran el panorama informativo de este lunes. Comparten la misma actitud.

En el dos y el cuatro aparecen las víctimas tal como la violencia institucional las ha orillado: obligadas a someterse a un calvario para exigir una justicia que no llega.

En el tres y el cinco está la simulación de quienes están obligados a resolver las injusticias que padece la población. Una simulación que equivale levantar un cartón de cerveza, elevado a la enésima potencia.

Una simulación abusiva que pisotea la mala fortuna y hasta la desgracia de muchos potosinos para sacar la ventaja de sueldos millonarios, condiciones laborales inigualables, un cuerpo de guaruras que en la Cuarta Transformación no tiene ni el presidente… y muchas cosas más.

Una actitud que muestra el abuso del poder para beneficio propio.

No es coincidencia que con esas siete palabras Transparencia Internacional define la corrupción.

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