España, (7 de Abril).- Él le daba una clase de amor que no había experimentado antes. Era apasionado, carnal, pero también tierno. Así se lo dijo ella, que en sus cartas ya no era Frida Kahlo, sino Mara. Y él no era Josep Bartolí, aquel artista español que tuvo que huir de la Guerra Civil y sobrevivir a campos de concentración, sino Sonja —nombre de mujer— y le respondía desde Nueva York. En esa ciudad se subastan el 15 de abrillas más de 25 misivas inéditas que la artista mexicana envió a su amante entre 1946 y 1949 en las que, además, le habla de un embarazo hasta ahora desconocido.
En una carta del 46 la artista confiesa haber tenido un retraso en su período. Y entonces aparece la Kahlo más cursi: “¿Podrías imaginarte un pequeño Bartolí o una Marita?”
Inmovilizada en una cama de Nueva York, esperando una difícil operación en su columna vertebral, conoció a Bartolí gracias a su hermana. Cristina, que había acompañado a Kahlo al hospital, los presentó y él la visitó los días que estuvo ingresada. Cuando se recuperó y regresó a México, comenzaron una intensa correspondencia. Siempre firmando con nombre de mujer para evitar las sospechas de su marido. “Rivera toleró el amor de Kahlo con otras mujeres, pero era tremendamente celoso con los hombres”, explica Hayden Herrera, biógrafa de Frida Kahlo.
La casa Doyle, encargada de la subasta, explicó que las misivas contienen varios dibujos, fotografías, flores prensadas y otros recuerdos. Entre todas suman más de 100 páginas. Bartolí guardó la correspondencia con Kahlo hasta su muerte en 1995 y posteriormente su familia las vendió a su actual dueño, quien la subasta ahora. Se espera que las cartas se coticen entre 80.000 y 120.000 dólares.
Kahlo habla en sus textos también sobre algunas de sus pinturas más conocidas, de su tormentosa relación con el muralista mexicano Diego Rivera, de cuánto le costaba dibujar por su enfermedad y de la soledad que sentía. En una carta fechada el 12 de diciembre de 1946, la artista cuenta: “Estoy trabajando lentamente, pero con mucho gusto. Terminé un dibujo que le debía a Marte R. Gómez, y no es demasiado feo”.
Hayden Herrera, advierte que las cartas hacen sentir cierta claustrofobia, tanta como la que debía sentir ella en su vida. Y utiliza a Bartolí para cierto chantaje emocional: “Le promete que va a mejorar para él, que solo él puede hacerla feliz y que él es el apoyo sin el cual no podría pintar”, apunta Herrera.
En octubre de 1946 Kahlo escribió: “Mi Bartolí… no sé cómo escribir cartas de amor. Pero quiero decirte que mi ser está abierto para ti. Ya sabes, mi cielo, tu llueves sobre mí y yo, como la tierra, te recibo.Mara”.
Fuente: El País