Por: Antonio González Vázquez.
El secretario General de Gobierno, Alejandro Leal Tovías, mejor conocido como “El Caco” reveló que está a punto de terminar un libro en el que mostrará la faceta más sincera de su personalidad. El libro que empezó a escribir hace apenas unos meses, se llama “Yo, el Gran Elector” en el que narra con precisión quirúrgica cómo se fabrica un fraude electoral sin que la oposición se de cuenta de ello.
No se trata, explicó, de unas memorias, puesto que aunque está escrito en primera persona, tiene más bien un estilo didáctico de cómo un hombre de Estado es capaz de mover a toda una maquinaria para ganar unas elecciones en condiciones de alto riesgo.
El Caco confesó que le vino a la mente la idea de escribir un libro donde pudiera recuperar lo ocurrido en las elecciones de 1991 cuando, siendo Secretario General de Gobierno, era al mismo tiempo, presidente del Consejo Estatal Electoral. Esa fue una experiencia inolvidable y hasta excitante. Nunca había tenido tanto poder en mis manos, recordó. De hecho, presumió, yo hice ganar a mi amigo Fausto.
Indicó que en la reciente campaña de Juan Manuel Carreras, comprendió que cuando se es presidente del Consejo Electoral como él lo fue en 1991, “a uno se le pueden ocurrir mil formas de torcer la voluntad popular. Eso es genial, o sea, metes y sacas votos y nadie se da cuenta, era como quitarle el dulce a un niño”.
En su despacho de palacio de gobierno, dijo que en el libro cuenta un sin fin de anécdotas políticas que hoy son parte de la historia, por ejemplo, dijo se detalla la forma cómo se diseño y puso en marcha una estrategia de difamación y mentira contra Salvador Nava, gracias a los buenos oficios de Juan José Rodríguez, temido editor de Pulso. Fue relativamente fácil, rememora, de hecho, era tan sencillo aplastar gente a periodicazos, que luego de eso yo decidí poner mi propio periódico, acotó mientras sonreía con cierta socarronería.
En efecto, señaló, la oposición decía que yo era un títere de Fausto, pero la verdad era más que eso, era como su oreja, me hablaba y le decía, oye Fausto, vamos muy bien, no te preocupes, vamos a ganar, ese doctor no trae nada, pero no les platico más sino pues nadie va a leer el libro.
Les doy a conocer otra primicia, extendió Alejandro Leal, tengo el honor de que el prólogo es del señor gobernador Don Juan Manuel Carreras, un demócrata en todo el sentido de la palabra, un hombre honrado a carta cabal que sabe ganar elecciones sin tanta ayuda del gobierno como le hacíamos antes.
