El canto para hacer comunidad y sembrar semillas de conciencia: la poesía de Palabra Viva en SLP

Nota y fotos: Estela Ambriz Delgado

Las expresiones artísticas pueden ser un medio poderosamente efectivo para transmitir un mensaje. En ello destaca especialmente la música que, en conjunto con la poesía, pueden lograr sembrar una semilla de conciencia sobre temas como la preservación de un medio ambiente sano y los recursos naturales, así como lo hace la agrupación Palabra Viva, que respalda la conservación del Área Natural Protegida (ANP) Sierra de San Miguelito.

Este proyecto multidisciplinario que se compone de canciones, poesía decimal, spoken word, rap, y zapateado, aborda temáticas como el respeto a la diversidad, el cuidado y preservación de la madre tierra. La oralidad como un puente que une generaciones, la imaginación, el juego y la inclusión fueron elementos que dieron vida al escenario en el 2º Festival de la Sierra de San Miguelito.

En su primera presentación en San Luis Potosí, la agrupación encabezada por Victoria Cuacuas y Vincent Velázquez, fundador de Palabra Viva, expresaron su sentir respecto al festival en conmemoración del segundo aniversario del decreto de ANP, en entrevista para Astrolabio Diario Digital.

“Como lo hacemos nosotros. Me presento en verso diciendo: soy cantante y bailador, un sociólogo rapero, soy un MC guapanguero, saltimbanqui y trovador. Es un tremendo gusto un honor poder compartir la música y la palabra en esta celebración de la vida”, compartió Vincent Velázquez.

Consideró que la vida es canto, música, comunidad, y naturaleza y que, con este festival, se recobra el sentido ancestral de unión con el entorno natural, pues los seres humanos forman parte del todo, junto con la biodiversidad y, por tanto, cada acción puede repercutir en el medio ambiente. Además, reconoció la defensa de la sierra frente a intereses económicos.

“Es un honor, reitero, para mí, para palabra viva, venir a esta fiesta. Sabemos también que, detrás de esta de esta celebración, hay una historia de lucha. Hay una historia de lucha por la vida, precisamente frente a intereses, que lo que siempre buscan es el dinero la ganancia, por encima de la vida misma”. 

Igualmente, la cantante Victoria Cuacuas manifestó su entusiasmo por participar en este movimiento de resistencia comunitaria, así como su interés por conectar con la gente para generar conciencia sobre lo que sucede en el entorno y que las personas sean partícipes de ello, así como resignificar la relación con la naturaleza

“Soy huitlacoche on the street, huapango con ribs de blues, memoria verbal o voz, prodigadora de swing, jazz, reggae, hip hop, son mi rima consonante, soy guerrera trashumante, ver ser entre verseadores y muy diversos colores me pintan como cantante (…). También estoy bastante contenta por participar en esta resistencia comunitaria, siendo parte de del fuego para atizar conciencia. Yo creo que lo que estamos haciendo con la música, con la palabra, con el ritmo”.

Victoria Cuacuas destacó que el canto también plantea hacer comunidad, porque la voz es la que une a las personas, pues con la voz se cuentan las historias que los conforman y en las canciones hay historias.

“El canto es comunidad, no soberbia ni egoísmo, es un telúrico sismo que agrieta la realidad para que lo que es verdad encuentre cauce y salida, sin dogma alguno que impida, que el espíritu despierte y afirme frente a la muerte viva, que viva la vida”.

Por su parte, Vincent Velázquez manifestó que la música es una manera de sembrar semillas de inquietud sobre lo que está sucediendo en el entorno inmediato, respecto al medio ambiente y las consecuencias de sobreponer intereses económicos por encima de la conservación de ecosistemas; también es una forma de resistir haciendo fiesta.

“La música es un barbecho en el que siembro emociones, 43 corazones siguen latiendo en mi pecho, aunque me siento deshecho porque México es herida. Con el alma conmovida yo continuaré cantando y seguiremos luchando por la terca fe en la vida, por el águila que vuela, por el maíz que se espiga, por el agua, por la hormiga, por mi sobrino y mi abuela, por el violín, por la vihuela, por el pájaro que anida, por esta gente reunida, qué sueños está hilvanando, yo le seguiré apostando a la terca fe en la vida”, concluyó

Skip to content