El dilema de la doctora Claudia

Francisco X. Salazar S.

¿Cómo puede una científica estar a favor de políticas energéticas que privilegian la quema de combustibles fósiles sobre las energías limpias; no considerar la planeación, sino las ocurrencias; no darle el adecuado mantenimiento a equipos que lo requieren; estar a favor de los mitos y los amuletos, en vez de la evidencia científica? Lo hace porque así lo dicta AMLO, su jefe, mentor, protector e ídolo. Y la científica lo hace porque en el proyecto de la 4T no se tolera ningún desacuerdo con López, así sea el más absurdo posible: “No le cambien ni una coma”.

Pongo un ejemplo. La Ciudad de México lleva mucho tiempo sufriendo las emisiones contaminantes de la refinería y de la termoeléctrica de Tula, que son mucho mayores y más nocivas que las del transporte público y privado. De hecho, la semana pasada la contaminación rompió récord por alta concentración de ozono. Pero el gobierno se ha dedicado a bloquear la inversión privada en energías limpias al mismo tiempo que ha dedicado los recursos públicos del sector energético en una refinería… para combustibles fósiles. Todo lo contrario de lo que habría hecho cualquier científico congruente.

Otro ejemplo. ¿Cómo no ver que la absurda y tonta política de “abrazos, no balazos” no da resultados y en cambio ha empoderado a los criminales y causado el sexenio más doloroso de la Historia? Yo creo que sí lo ve, pero si criticara esa idea de López sería anatema para toda la jauría de Morena.

Los problemas que padecemos los mexicanos son evidentes: inseguridad, violencia, corrupción, salud, falta de agua, educación, informalidad laboral, etc. Supongo que una científica podría al menos tener ideas de cómo resolverlos. Pero no puede, ni se atreve a contradecir al jefe infalible. Hay algunas soluciones evidentes, pero nadie en Morena se atreve a contradecir al presidente López. Y menos que nadie, la “científica” Claudia, la corcholata consentida.

Pero estas necedades ya están afectando a la campaña presidencial. En las últimas semanas los errores de López han dado lugar a que ya se empiece a hablar de un empate en las preferencias electorales, que Xóchitl sigue creciendo y que Claudia ya se estancó y va bajando. De hecho, algunas encuestas ya colocan arriba a Xóchitl.

Por otra parte, los berrinches del presidente López ya alcanzaron notoriedad internacional. El último zipizape empezó cuando presumiblemente la DEA filtró los contenidas de unas investigaciones durante la campaña de López a la presidencia en el 2006. No se llegó a juicios ni a condenas por razones políticas, pero en la investigación se habla de declaraciones de testigos protegidos que aseguraron haber participado en las entregas de millones de dólares a los colaboradores de López. El caso fue cerrado en EE. UU. por razones políticas. Aun así, López exigió que el gobierno americano se disculpara por esas revelaciones. Obviamente no lo hicieron, solo dijeron que para ellos ese asunto estaba cerrado, sin mencionar que eso no implica que no podría volverse a abrir.

La semana pasada, el New York Times (NYT) reveló otra investigación sobre lo mismo, dinero de los narcos a la campaña de López, pero ahora de la campaña de 2018 y mencionando que los narcos le dieron dinero a los hijos de López. Volvió a montar en cólera, se fue contra del NYT, al que calificó de “pasquín inmundo” y reveló el teléfono personal de su reportera, Natalie Kitroeff, violando toda ética profesional y exponiéndola a las furias de los Morenos. Peor aún, al otro día dijo que lo volvería a hacer, que a él no lo debían ni mencionar en las investigaciones y que, aunque la ley lo prohíba, él va a seguir revelando los datos que quiera porque su “autoridad moral y política” está por encima de la ley. A él, que no le salgan con que la ley es la ley. “Al diablo con las Instituciones”.

Claramente, AMLO se está convirtiendo en el principal enemigo de la “científica” Claudia.

Diálogos imaginarios

–Oiga apá, ¿qué quiere decir eso de la DEA?
–Denle Entuertos a Andrés

–Mi General, me informan que se cayeron los plafones en nuestro glorioso Aeropuerto Internacional.
–No se despreocupe Jefe, orita traemos unos que no se usaron el Farmaciota, que está ahí a la vuelta, en Zumpango. Ahí nos sobraron muchas cosos. Las tenemos esperando pa’ cuando lleguen las medicinas de Dinamarca.

–Doctora consen, me informan que se les cayó una columna en el Metrobús Elevado.
–Es culpa de Calderón y de Slim.

Potosinos Enchilados

  • Durante la encuerada que le dio al ex ministro Zaldívar, el presidente López se atrevió a decir que como los jueces eran “autónomos” eso significaba que podían hacer lo que quisieran y pactar con los delincuentes. Ese es el concepto que tiene López de “autonomía”. Cuidado, quisiera ir por la universidades autónomas.
  • En su visita a Sinaloa, el gobernador Rocha se atrevió a pedirle al presidente López que le echara un “curvita” a la Ley para que pudiera reelegirse. A lo mejor va a querer cambiarse de nombre: Porfirio Andrés Díaz Obrador.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Ingeniero Químico, maestro en Administración y doctor en Educación. Empresario. En 2005 ocupó el cargo de Secretario del Trabajo y Previsión Social a nivel Federal. Fue dos veces diputado federal y senador, y una vez diputado local. Ha sido catedrático por más de 25 años en universidades públicas y privadas. Miembro del Partido Acción Nacional de 1975 hasta abril de 2022. Ha sido consejero de Canacintra, Industriales Potosinos, Unión Social de Empresarios de México y de Coparmex. Ocupó el cargo de secretario general en el Sindicato de Académicos de la UASLP. Actualmente es presidente del Instituto de Política Laboral A.C.

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