Estela Ambriz Delgado
Diversas comunidades del municipio de Mexquitic de Carmona son objeto de una práctica dentro del sistema económico que se conoce como extractivismo inmobiliario, la cual se caracteriza por la apropiación ilegal e injusta de los territorios bajo una lógica que se intenta fundamentar como “derecho a la ciudad”.
La especialista en justicia ambiental y derecho a la ciudad, María Suhey Tristán Rodríguez —quien ha estudiado a fondo esta problemática, principalmente en la comunidad de San Marcos Carmona—, explicó que el término refiere a la apropiación de manera ilegal e injusta de los territorios de las comunidades o ejidos por parte de quienes ostentan el poder económico, en este caso las inmobiliarias.
“Como la ciudad de San Luis Potosí está creciendo, la Zona Industrial está creciendo, argumentan que se necesita una mayor oferta inmobiliaria y en razón de ello se necesita seguir construyendo casas y casas, incluso pensado bajo esta lógica del derecho a la ciudad”.
En este sentido, la catedrática de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) indicó que la idea del derecho a la ciudad no tiene porqué implicar que se realice este tipo de crecimiento desordenado que se está suscitando en la zona metropolitana.
“Ya son seis municipios los que incluyen la zona conurbada o metropolitana de San Luis Potosí, lo cual es contrario a lo que se piensa cuando se habla de una ciudad, especialmente en términos de sostenibilidad, de ciudades cada vez más compactas”.
Suhey Tristán especificó que en San Marcos Carmona, además de enfrentarse a la lógica de extractivismo, se viven otros efectos adversos de lo que significan estos desarrollos inmobiliarios, como la afectación al drenaje, a la disposición de las aguas de uso doméstico, la contaminación en el río Calabacillas, así como la criminalización por defender su territorio y recursos naturales.
“Luego la defensa de esto se traduce la criminalización, pareciera que se obedece a una lógica extraña, de que quien defiende su tierra, quien defiende lo común, quien defiende su río, quien defiende su agua, pues es criminalizado y perseguido. Pareciera que es como ilegal cuando, de acuerdo al derecho y la justicia, les asiste la razón”.
Mercantilización de la naturaleza y especulación inmobiliaria
Tristán Rodríguez abundó en que el extractivismo tiene que ver con una lógica del sistema económico de apropiación de recursos, y aunque generalmente se relacionaba el término sólo con prácticas como la minería a cielo abierto o los monocultivos, el extractivismo inmobiliario refiere a que el recurso natural que se expropia es el suelo, el territorio, para la especulación inmobiliaria.
En este sentido, la catedrática puntualizó que el valor del suelo depende de dicha especulación inmobiliaria y de esa mercantilización de la naturaleza, es decir, del territorio. En este caso el sector económico al que está dirigido las viviendas es un sector muy específico, pues son de tipo residencial, valuadas en tres millones de pesos o más.
“No se están creando viviendas de interés social para satisfacer la demanda de desarrollo inmobiliario en general, no, se están construyendo cierto tipo de casas, por ejemplo, en San Marcos son casas digamos de uso residencial, que están valoradas en más de tres millones de pesos”.
Además, comentó que en otras comunidades que son afectadas por el extractivismo inmobiliario, se tiene conocimiento de que las desarrolladoras pretenden construir viviendas de tipo campestre de fines de semana.
Entre las comunidades y ejidos de Mexquitic de Carmona que han sido despojados de su territorio por empresas inmobiliarias se encuentran: San Marcos Carmona, Guadalupe Victoria y su anexo La Cruz, Monte Oscuro, Paisanos, Colorada, Maravillas, Angostura, La Unión, María Cecilia, El Tabacal, Suspiro Picacho, Jaralito, Agua Señora, El Rodeo, Campana, Estanzuela, Los Moreno, Ejido San Pedro, y Las Moras.