El fracaso charro más un alcalde preso

Por Victoriano Martínez

La aprehensión de Iván Estrada Guzmán, alcalde de Matehuala, tiene tantos antecedentes de confrontación con el gobierno encabezado por Ricardo Gallardo Cardona que, de no ser justificada plenamente como un asunto judicial sólido, quedará inscrito como uno más de una cadena de represalias motivadas por un acoso politiquero… con un oportuno efecto de cortina de humo.

El pasado sábado 11 de noviembre, el alcalde de Matehuala fue detenido por el presunto delito de ejercicio abusivo de la función pública. Una aprehensión precedida por la presencia de vehículos de la Fiscalía General de Estado en los alrededores de la Presidencia Municipal, que no extrañó a muchos matehualenses, ante el asedio que se ha visto en los últimos meses.

Antecedentes por los que no sorprende la aprehensión de Estrada Guzmán y ante los que resulta especialmente relevante saber de qué se le acusa, pero aún más si se cuenta con las pruebas suficientes para no verlo en libertad en los próximos días como una víctima de un prolongado acoso.

Y es que actuaciones judiciales contra alcalde y colaboradores; eventos del gobernador a los que no se invita al alcalde; obras como si un nivel de gobierno se impusiera sobre el otro, y hasta vacíos a sesiones solemnes del Congreso del Estado para que no se interpreten como “apoyo” al alcalde ponen bajo sospecha ese acto de presunta procuración de justicia.

Como acción de una misma estructura gubernamental que domina todo cuanto ocurre en la administración pública, un escándalo como la aprehensión del alcalde de uno de los cinco municipios más grandes del Estado no puede pasar inadvertido de que se trata de una operación que captará la atención de la opinión pública y la publicada.

Algo que deviene significativo cuando ocurre justo tres días después de que el gobernador Gallardo Cardona fue blanco de críticas más allá de las fronteras del estado y hasta del país por su discurso amigo de pala durante la inauguración del LXXIX Congreso y Campeonato Nacional Charro San Luis Potosí 2023 en el que elogió la amistad encubridora.

Si las palabras de Gallardo Cardona opacaron la inauguración del máximo evento de la charrería en el país, el vacío en las butacas del Estadio 20 de Noviembre y el irrespetuoso acarreo de estudiantes de preparatoria que le siguieron abrieron una escalada de referencias al fracaso del evento, que convierten la detención del alcalde de Matehuala en un intento de distracción.

La inverosímil justificación del acarreo estudiantil con el argumento de llevarlos a una “actividad cultural del charro”, reforzada con una versión oficial de una actividad extra-muros promovida por voceros, por convenio o voluntarios bien-intencionados –que los puede haber–, anuncia que los próximo 21 días los estudiantes se convertirán en meros extras de un espectáculo desairado.

“SEGE continuará acercando al estudiantado al torneo charro. Como parte de las actividades extra-muro que promueve el Gobierno del Estado, estudiantes de niveles secundaria, media superior y superior acuden al Congreso y Campeonato Nacional Charro 2023 “Jorge Negrete””, es el anuncio que reproducen sitios Web y páginas de Facebook.

Las gradas del Estadio 20 de Noviembre se verán más o menos concurridas porque contarán con menores de edad que las ocuparán, aunque no por voluntad propia. Lo que no podrá pasar con la ciudad que se vería saturada de visitantes, pues no se cuenta con extras de quienes se pueda echar mano.

Un vacío que se refleja en los escasos automóviles que ocupan los estacionamientos de la Unidad Deportiva López Mateos y del Estadio Plan de San Luis, con una tarifa de 100 pesos (¿prevista en qué Ley de Ingresos?).

Una desviación del máximo espectáculo de charrería hacia el espectáculo que resultó la decepción de no haber logrado concluir la Arena Potosí, improvisar el Estadio 20 de Noviembre como lienzo charro, la escasísima convocatoria de público, aderezado con un desafortunado discurso… ¿qué tan oportuna cortina de humo se volverá una no tan espectacular aprehensión de un alcalde?

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