Por Victoriano Martínez
En el grotesco tablero de simulaciones en que cada año se convierte la ficticia disputa por la tarifa del abasto de agua potable que encabeza el Interapas, la única certeza que queda a los usuarios cumplidos es que comenzarán a pagar más (poquito, no tanto como simularon buscar) y se acomodaron algunas piezas sin ninguna intención puesta en mejorar el servicio.
Bastaron 35 días para que la propuesta de Interapas para aumentar las tarifas fuera una traición al pueblo y una atrocidad que no se podía dejar pasar, a que se le valorara de algún (adjetivo indefinido que denota opacidad en el procedimiento) modo, y terminara como una ligera traición al pueblo de un máximo del 6 por ciento. Una atrocidad chiquita, pues.
Pequeña atrocidad que se fraguó en 35 días durante los cuales las presiones públicas del gobernador Ricardo Gallardo Cardona hacia el alcalde Enrique Galindo Ceballos fueron subiendo de tono, desde calificativos escatológicos para el director de Interapas, hasta la advertencia de que si continuaba en el cargo significaría que el presidente municipal de la capital también era un traidor.
“Estrenan, al parecer, director nuevo, viene un director nuevo de Interapas”, dijo Gallardo Cardona este jueves.
Quizá se congratulaba de que su aliado Galindo Ceballos finalmente no fue traidor, o quizá de que las presiones que ejerció tuvieron los efectos esperados, o quizá de ambas cosas sin que sea relevante si fue primero la respuesta a la presión o el alivio de contar con un aliado no traicionero, y viceversa.
El hecho es que la suma de voluntades en el Congreso del Estado que no dejaría pasar la atrocidad de aumentar la tarifa del agua potable a la población tuvo unas ligeras restas para actualizar las cuotas de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Productor, cuyo tope será del 6 por ciento.
Restas ligeras que resultan coincidentes con la secuela entre el momento en que Gallardo Cardona advirtió a Galindo Ceballos que si no despedía al director de Interapas significaría que sería un traidor y ahora que anuncia que para 2023 se daré el cambio en el organismo.
“El alcalde, él les va a decir, yo sé, pero no me toca decirles”, expresó Gallardo Cardona, como si todavía esperara que Gallindo Ceballos haga el anuncio sobre el cambio en Interapas con un tono de “por supuesto que habrá cambio, si no soy ningún traidor”.
Como premio de consolación, Galindo Ceballos contará con un aumento a la tarifa de un máximo del 6 por ciento, sin importar el impacto en la economía familiar, a la que sí se le traiciona tantito, aunque lo cierto es que no es tan poquito.
Hace un año, Galindo Ceballos festejó que se le hubiera autorizado un aumento del 6.97 por ciento a las tarifas del agua para el sector público, industrial y comercial y lo calificó como histórico porque se priorizó a la ciudadanía.
“Con esto se garantizará el programa de fortalecimiento del Interapas, pero también las obras y acciones que se necesitan en la ciudad, como la reparación de los pozos, la implementación de la medición, micromedición para hacer previsiones financieras y la sectorización de la ciudad”, aseguró entonces.
Aseguró que las acciones que se llevarán a cabo con aquellas tarifas serían la renovación de cien kilómetros de red hidráulica y 50 kilómetros de red de drenaje para la ciudad y los municipios Cerro de San Pedro y Soledad de Graciano Sánchez, que forman parte de este organismo.
Nada resultaría más oportuno que antes de que le aprueben el aumento a la tarifa general Galindo Ceballos de cuenta de la ubicación de los 100 kilómetros de red hidráulica renovados y los 50 kilómetros de la red de drenaje, para empezar.
Si con el aumento del 6 por ciento al sector público, industrial y comercial, que representa apenas el 6.7 por ciento de los usuarios de Interapas, Galindo Ceballos pudo realizar este año tantas acciones, con el aumento del 6 por ciento al 93.3 por ciento de los clientes… ¡hará milagros!
Claro, lo triste es que no es más que el juego de las tarifas y su grotesco espectáculo anual… que terminan pagando los usuarios cumplidos a cambio de un mal servicio.