El Holocausto mexicano

Por Edgardo Pérez Alvelais

“Quién olvida su historia esta condenado a repetirla”. Esta frase del filósofo español Jorge Ruiz de Santayana da hoy en día la bienvenida a los visitantes del bloque número 4 del campo de concentración Auschwitz Birkenau I, situado en Ošwięcim, a unos 43 km al oeste de Cracovia, Polonia.  Desde su apertura, en mayo de 1940, en ese centro del terror, custodiado por la SS alemana, fueron asesinadas cerca de 2.5 millones de personas por la dictadura nazi, el 90% judíos, aunque también deben contarse a los polacos, gitanos, prisioneros de guerra, comunistas, disidentes del régimen y homosexuales.

Es el mayor y más simbólico de varios centros de tortura, asesinato y exterminio donde, quienes actuaban bajo órdenes del régimen dictatorial de Adolfo Hitler en la Alemania nazi, perpetraron los más horrendos crímenes de lesa humanidad contra 6 millones de personas. Un genocidio.

La palabra Holocausto viene del término hebreo Shoá que se traduce como “La Catástrofe”. Desde entonces recuerdo lo que Jesús, al pie de la Cruz, les dijo a las mujeres: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí. Llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos. Porque he aquí, vienen días en que dirán: ‘Dichosas las estériles, y los vientres que nunca concibieron, y los senos que nunca criaron’. Entonces comenzarán a decir a los montes: ‘Caed sobre nosotros’; y a los collados “Cubridnos’. porque si en el árbol verde hacen esto, ¿qué sucederá en el seco?” (Lucas 23:28-31). Es decir, que esa gente hubiese deseado que una montaña les caiga encima y las mate, porque, si a Jesús, que no hizo nada, lo mataron así, ¿qué no pasará quienes hacen el mal? 

Luego entonces, el mundo conoció ese infierno en la tierra, vinieron los Juicios de Núremberg, entre 1945 y 1949, donde se juzgó a altos funcionarios nazis por tres cargos principales: Crímenes contra la paz (planificación y ejecución de la guerra), crímenes de guerra (asesinato, tortura, deportación de civiles) y crímenes contra la humanidad (persecución y exterminio de grupos por motivos raciales, religiosos o políticos). 

Los Juicios de Núremberg se desarrollaron al término de la Segunda Guerra Mundial en el Palacio de Justicia de esa ciudad por jueces de las potencias aliadas (Estados Unidos, Reino Unido, Francia y la Unión Soviética). Ahí establecieron el Tribunal Militar Internacional de Núremberg que fueron un hito en la historia de la justicia internacional, sentando las bases para la creación de tribunales internacionales como el de la Haya, Países Bajos, y el desarrollo del derecho internacional penal. También establecieron el principio de que los individuos pueden ser responsables por crímenes cometidos por su gobierno, incluso si son actos de Estado. 

También se desarrolló la cultura y legislación mundial a favor de los derechos humanos, que México suscribió, y existe una lucha por preservar la memoria del horror. En la remodelación de Auschwitz, se fijaron el objetivo de que todo quedara exactamente igual a como estaba en la mañana del 27 de enero de 1945 en que fue liberado por los soldados soviéticos. El letrero de entrada con la frase “El trabajo los hará libres” era lo primero que veían los que entraban en Auschwitz. Este era el lugar donde los nazis colocaban la orquesta que recibía a los presos, a veces medio muertos, luego de extenuantes jornadas de trabajo esclavo.

En otros campos de muerte como el de Buchenwald, al norte de la ciudad de Weimar, en el centro este de Alemania, a la entrada, se leía otra frase: “Jedem das seine” (“A cada uno lo que merece”) como si ahí le hicieran “justicia” a los judíos y enemigos de Hitler. En abril de 1945, Ohrdruf fue el primer campo de exterminio liberado por las tropas norteamericanas. Está ubicado en una pequeña ciudad en el estado federal alemán de Turingia, a 30 km del sureste de Erfurt. 

Una semana después del hallazgo, los que ingresaron a realizar un recorrido por el siniestro lugar fueron los líderes de las fuerzas norteamericanas, Dwight Einsenhower, George Patton y Omar Bradley. La orden era traer a periodistas y cámaras para registrar y filmar todo “porque el día de mañana habrá quien diga que esto nunca sucedió” como posteriormente los negacionistas lo hicieron.

Antes, el General Hayden Sears ordenó traer al alcalde, a las otras autoridades comunales y los líderes del Partido Nazi de Ohrdruf. Todos debían asistir con sus esposas. El alcalde y su mujer, luego de ser obligados a recorrer el lugar, se suicidaron en su hogar.  Lo que los pudo haber llevado a tomar la determinación puede haber sido la vergüenza de haber sido parte de ese horror, lo insoportable de llevar la carga moral ese peso o, algo más probable, el temor por lo que podía pasar con ellos, los castigos y venganzas que podrían sufrir.

El campo estaba igual, nadie había tocado nada. En realidad estaba peor. Los cadáveres se seguían descomponiendo y el olor era insoportable, era una presencia física que ocupaba todo el aire. Un hedor que tardaba días en irse del cuerpo, en dejar de ser percibido. Quienes ahí estuvieron sostienen que la peste era indescriptible y no dudan, están convencidos de que así debe oler el infierno que es peor que el descrito por Dante Alighieri en La Divina Comedia.

El Rancho Izaguirre y la realidad en México

La semana pasada, el miércoles 5 de marzo, México y el mundo se estremecieron con una grave noticia: Miembros de Guerreros Buscadores de Jalisco, un colectivo que se formó el año pasado en ese estado asolado por la violencia del crimen organizado, decidieron ir a ver qué había, motivados por el deseo de saber de sus seres queridos y mensajes enviados por la gente de que ahí había restos humanos.

Un grupo de unas 40 personas llegaron hasta el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco. Sabían que seis meses antes ahí hubo un enfrentamiento de la Guardia Nacional (GN) con criminales y que la Fiscalía de Jalisco realizó algunas investigaciones.

“El lugar no tenía cintas de acordonamiento, ni sellos del gobierno, ni cadenas ni candados. Nos la jugamos, la verdad. Porque pudo haber personas armadas adentro….Pero afortunadamente no había nadie”, explicó Raúl Servín García, miembro de ese colectivo.  El hombre de 53 años ha estado buscando a su hijo desaparecido, Raúl Servín Galván, desde 2018. Desde ese año se registró un aumento en las desapariciones en Jalisco, un estado que acumula más de 18 mil personas no localizadas en los últimos seis años.

Lo que encontraron en el Rancho Izaguirre horrorizó a México y al mundo. Un predio con indicios de haber sido un sitio de entrenamiento del crimen organizado, no era algo que hubiesen visto en el pasado. “Nos causa impacto, dolor, tristeza. Porque muchos lloramos al pensar que a lo mejor puede ser nuestro familiar”, explicó Servín. Brotaron entre 200 y 400 pares de zapatos, ropa, libretas, mochilas, libros, llaveros, fotografías, medicinas, una lista con nombres y apodos de personas posiblemente privadas de su libertad y una carta de despedida.

La versión del colectivo sostiene que en el lugar se encontró evidencia de “estructuras utilizadas como hornos” o crematorios, cuartos, baños, cocina, bodegas y un área de acondicionamiento físico y adiestramiento táctico.

La presidenta Claudia Sheinbaum prefirió esperar a información “basada en evidencia científica” para dar alguna postura oficial respecto al caso del Rancho Izaguirre en Teuchitlán, sitio que, según colectivos de búsqueda, era utilizado como un campo de reclutamiento y exterminio.  Ante las “especulaciones” que hay del tema, la mandataria federal se pronunció para “que se dé la información basada en evidencia científica y transparencia”.

El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, y la presidenta Sheinbaum, indicaron que la Fiscalía General de la República (FGR) atraerá el caso del crematorio clandestino y darán información detallada en la conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.

Todavía el pasado viernes 14 de marzo, el Colectivo Luz de Esperanza convocó a una protesta nacional el sábado 15 de marzo para unirse a un luto nacional, luego del hallazgo de crematorios clandestinos y el campo de exterminio en Teuchitlán.

La Plaza de Armas del Centro Histórico de San Luis Potosí se llenó de testimonios y lágrimas. Frente al Palacio de Gobierno, madres buscadoras y ciudadanos solidarios se reunieron para exigir justicia  bajo la divisa “¡Señor, señora, no sea indiferente, se llevan a los hijos en la cara de la gente!”. En el suelo, una hilera de tenis representaba las vidas arrebatadas; cartulinas con rostros desaparecidos recordaban las ausencias y veladoras encendidas simbolizaban la esperanza que se niega a apagarse. Destacó que las madres buscadoras de San Luis Potosí, al igual que en otros estados, han aprendido a escarbar la tierra con sus propias manos, a identificar restos, a leer expedientes que el gobierno por lo general deja en el archivo del olvido.

En medio del dolor de las madres y de las familias de personas desaparecidas, y ante la monstruosidad de los crematorios clandestinos en Jalisco, la Iglesia Católica de nuestro país pidió disculpas “si en algún momento fue indiferente a estas historias”. Así lo hizo el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, Francisco Javier Acero Pérez, durante la homilía de la misa en memoria de los desaparecidos que ofició en la Catedral Metropolitana.

Simultáneas

• ¿Cuántos Ranchos Izaguirre habrá en México? De acuerdo a cifras del mismo gobierno federal, 52 mil 500 personas fueron reportadas como “desaparecidas” en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El viejo discurso de culpar a Calderón y a García Luna de todo esto ya, francamente, tiende a desgastarse, y la 4T ya no puede limpiarse las manos -como PiIatos- de estos horrores.  Sheinbaum, Harfuch y Gertz deben dar ya resultados y acabar con las redes de complicidad de autoridades de los tres niveles de gobierno que han sido facilitadores del este terrible holocausto mexicano que ha enlutado a decenas de miles de familias. No pueden permitir otro “Estado fallido” que no garantiza la vida y la seguridad de sus ciudadanos y ciudadanas.

• Descubren la fuente de contaminación en el Tangamanga I. Como lo informamos en este espacio la semana pasada, en el mismo intestino del pulmón más importante de San LuIs Potosí está el foco de contaminación del Parque Tangamanga I. El alcalde Galindo, junto con el director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), Gabino Manzo Castrejón, además de otras autoridades estatales y municipales, así como del Interapas, realizaron una inspección en el Parque Tangamanga I, donde identificaron la fuente de contaminación que procede de la filtración de un muro. Se sospecha que viene de la red sanitaria de las inmediaciones del parque. La fuga se registró debajo de un puente de paso de agua, a un costado del Gimnasio Mayor del propio Parque. Galindo subrayó la urgencia de resolver esta situación y giró instrucciones a las áreas responsables para atender de inmediato la fuga de aguas contaminadas. “No podemos permitir que este escurrimiento siga afectando el Parque Tangamanga I. Actuaremos con firmeza y en coordinación con el Gobierno del Estado para garantizar que el problema se solucione de manera definitiva”, enfatizó.

• Pedir disculpas y resarcir el daño. El mejor enfoque sobre la crisis que vivió el alcalde Galindo con el bochornoso pleito que protagonizó su hijo, que, como caja de resonancia, fue magnificado y replicado hasta hacerse viral, la dio el periodista Juan Becerra Acosta en la entrevista que le concedió el edil capitalino: “Hay que pedir disculpas y resarcir el daño”, a lo que Galindo contestó que está al pendiente de la salud del muchacho que se ve en el piso inconsciente y gracias a Dios no pasó a mayores. ¿Qué hubiese pasado con la carrera política de su padre si en esta reyerta, en la que se vio involucrado Sebastián, hubiese fallecido alguien? El paso 8 de Alcohólicos Anónimos (AA), para lograr una efectiva recuperación, consiste en hacer una lista de las personas a las que se ha ofendido y estar dispuesto a reparar el daño. Este paso implica pedir disculpas y reconocer que se han cometido errores. Para ello se debe de controlar el ego -a veces el peor enemigo de uno es uno mismo-. Si no se reconoce que hay un problema, éste no se puede resolver. El paso 8 ya es uno de gran madurez que requiere tiempo y honestidad. Al hacerlo, la persona en recuperación se dará cuenta de que la lista es más larga de lo que hubiera pensado. Y se dará cuenta que el alcoholismo es una enfermedad de pérdidas: Se pierde la dignidad, el trabajo, la familia y la vida. 

¡Hasta el próximo lunes!

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.