El impacto a largo plazo del fallido trasvase El Realito

Estela Ambriz Delgado

Además de las múltiples y constantes fallas que se han presentado en la presa El Realito, que auguran un panorama de total ineficiencia en el abasto de agua potable a la población, también existen otros efectos a largo plazo que se analizan dentro de la investigación “Trasvases e injusticia hídrica”, pues aunque no funcione, impacta en el caudal del río Santa María y en las formas de vida que posibilitan el ciclo hidrológico.

En relación a los impactos ecosistémicos a largo plazo de obras como la presa El Realito, que se analizan en dicho proyecto del Colegio de San Luis (Colsan) junto con otras instituciones, el investigador Luis Enrique Granados Muñoz hizo una aproximación hacia el escenario del trasvase dentro de aproximadamente 50 años.

Indicó que si bien no es posible pronosticar exactamente qué va a pasar, sí se puede hacer cuando menos un escenario futuro, basado en la experiencia otras obras con décadas de antigüedad como el sistema Lerma Cutzamala, y determinar lo que puede suceder con el río Santa María, la Cuenca del Salado y la cuenca cerrada del Valle de San Luis Potosí.

Granados Muñoz consideró El Realito como “un desastre muy complicado”, pues si bien es “terrible” el hecho de que no funcione, lo que es aún peor es que igualmente interrumpe el cauce del río.

Explicó que al tener dos fases, la de represa que detiene el agua que baja por el río, y luego la de transportación, hace que los impactos sean múltiples, por un lado en lo que se conoce como el caudal ecológico, es decir que la cantidad de agua que corre en ya no es la misma, y en consecuencia tanto la población como todas las especies que viven en el río y sus alrededores, no disponen de la misma cantidad del recurso hídrico.

“Mucho se hacen los cálculos del caudal ecológico mínimo para que el río funcione, pero no creo que en este caso funcione que se cumplan esos parámetros del caudal mínimo ecológico, en tanto que pues estamos en la presencia de una sub cuenca que no recibe una cantidad estándar de agua todo el año, es decir, todo el año hay variaciones muy fuertes de agua en un sentido y en otro”, puntualizó.

Las expectativas a 50 años

En este sentido el investigador pronosticó que en el caso de que El Realito funcione los próximos 50 años, se estaría viendo el detrimento de fuentes de agua en la cuenca cedente que es la del río Santa María, pues ya hay documentados en otros casos espacios que han perdido manantiales importantes debido a que se llevan el río.

“Entonces podríamos esperar eso en San Luis Potosí, que se pierdan fuentes de agua esenciales para las poblaciones humanas, pero muy importante para las no humanas también, que son las que le dan vida al ciclo del agua”.

Sin embargo, Granados Muñoz precisó que aunque no funcione y no cumpla el objetivo para el que fue construida, que era transportar el agua a la zona metropolitana, el solo hecho de que esté represada impacta en el caudal ecológico del río, por lo que en este aspecto se observa un doble impacto. Además de que la sociedad mexicana tiene que seguir pagando por el fallido trasvase, que se hizo con fondos federales, estatales y municipales.

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