El incivilizado acuerdo de civilidad

Por Victoriano Martínez

¿Qué será más útil para garantizar la certeza en las elecciones del 2 de junio de 2024, un Acuerdo por la paz, la civilidad, la democracia y la gobernabilidad en el que básicamente se comprometen a cumplir la ley, o una iniciativa de Presupuesto de Egresos que contemple los recursos económicos suficientes que hagan plenamente viable la organización de los comicios?

Este jueves, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona encabezó la firma de ese acuerdo entre los tres poderes, el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, la Fiscalía General del Estado, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y los partidos políticos, con excepción de Morena, con once compromisos que fácilmente se pueden resumir: se comprometen a cumplir la ley. ¡Ufh!

Este mismo jueves, en el Congreso del Estado se dio entrada a la iniciativa de Presupuesto de Egresos firmada por Gallardo Cardona, en la que exhibe el mayor menosprecio al proceso electoral en puerta: se le recorta, no un 17.36 por ciento al presupuesto del CEEPAC para 2024, sino un 67.48 por ciento al costo que el organismo estimó tendrá el proceso electoral.

El 12 de octubre, el CEEPAC tomó dos acuerdos relacionados con los recursos requeridos para el ejercicio fiscal 2024. En el primero contempló los recursos para gasto ordinario, el proceso electoral, referéndum y plebiscito, juntas de participación ciudadana y cumplimiento al artículo 42 de la ley electoral. Total: 477 millones 27 mil 362.93 pesos.

El segundo acuerdo tiene que ver con las prerrogativas a los partidos políticos, un monto adicional al presupuesto contemplado en el primero de los cuerdos que suma 206 millones 89 mil 792.03 pesos y que, en la propuesta de Presupuesto de Egresos de Gallardo Cardona, es el único que se mantuvo igual.

Conforme a esos dos documentos, el tema electoral –según estimó el CEEPAC– requiere en 2024 de 683 millones 117 mil 154.96 pesos. Gallardo Cardona quiere que el CEEPAC atienda todas esas obligaciones con 300 millones 984 mil 494.96 pesos menos, pues de acuerdo con la iniciativa del mandatario, pretende que las cumplan con 382 millones 132 mil 660 pesos.

Si el CEEPAC previó contar con un monto de 55 millones 844 mil 003.24 pesos por si se requiere realizar un referéndum o un plebiscito, Gallardo Cardona lo consideró innecesario. Lo borró. Si el CEEPAC consideró un presupuesto de 5 millones 754 mil 329.35 pesos para integrar las juntas de mejoras una vez renovados los ayuntamientos, el mandatario también lo borró.

El caso todavía más grave es el relacionado con la organización del proceso electoral. El CEEPAC estimó necesarios 307 millones 504 mil 971.06 pesos, y Gallardo Cardona salió con un cálculo muy al estilo de plebiscito villapoceño: con 100 millones de pesos basta. La coincidencia en la proporción del descuento resulta alarmante.

Gallardo Cardona le descontó un 64.19 por ciento a 55 millones 844 mil pesos que el CEEPAC requirió para el plebiscito y éste optó por instalar sólo una tercera parte de casillas.

El descuento al costo de las elecciones del 2 de junio es del 67.48 por ciento (un poco más que en el caso del plebiscito): ¿Acaso Gallardo Cardona pretende que se repita la solución y sólo se instale la tercera parte de las casillas?

Esa fue la postura en los hechos con la que Gallardo Cardona se presentó a pronunciarse por la paz, la civilidad, la democracia y la gobernabilidad y a firmar un pacto con todos los actores involucrados con compromisos hasta hoy sólo declarativos.

Me comprometo a otorgar el apoyo que requiere el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana para que organice unas elecciones satisfactorias, sobre todo para las y los potosinos”, dijo en su discurso durante el acto de la firma del acuerdo.

Momentos después, ante la prensa, dijo que se destinaron “más de 100 millones” de pesos para el CEEPAC, además de que ya se le han suministrado 40 millones de pesos para anticipos que cubren el tema de la impresión de boletas y le preparación del PREP. O sea que, a su entender, con la tercera parte de lo que se necesita según el organismo electoral tiene más que suficiente.

El cuarto compromiso del acuerdo firmado este jueves señala que “se brinde el apoyo necesario a las autoridades electorales”. Quizá la diferencia entre el monto requerido y el asignado en la iniciativa esté en lo que se entiende por “apoyo necesario” y haya quedado sometido a una especie de regateo de un hipotético cliente, el gobernador, a un técnico especializado, el CEEPAC.

El técnico fija un costo, y el cliente le dice “lo puedes hacer con la tercera parte”, y le pide que se la aviente a valor mexicano. ¿Acaso la referencia a no usar boletas en hojas de máquina por parte de Paloma Blanco López, presidenta del CEEPAC, tiene que ver con insinuaciones como parte de ese regateo?

Si el acuerdo fue para garantizar un buen proceso electoral, las señales en sentido contrario no pararon en la cuestión presupuestal.

Gallardo Cardona se pronunció por erradicar las conductas de intervención por parte del Estado que se dieron durante la herencia maldita. ¿Comprometer la elección con la limitación en el presupuesto no es una intervención grave?

Incluso esa referencia a la herencia maldita atenta contra el espíritu del acuerdo que firmó en ese mismo acto, que incluyó una referencia más cuando habló de “reconstruir las ruinas que dejó la maldita herencia”. El segundo compromiso del acuerdo propone “evitar cualquier forma de denostación”.

¿Qué pasaría por la cabeza de los dirigentes de los partidos cuyos gobiernos son tachados como “herencia maldita” y que se encontraban frente a Gallardo Cardona mientras los señalaba de esa manera?

“Mi gobierno hará lo que la ley le ordene”, estableció Gallardo Cardona, como si en el fondo considerara innecesario el acuerdo que acababa de firmar y sólo viera en él un acto políticamente correcto para su proyección de imagen… para que todos los presentes le rindieran culto.

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